El Día de Muerto es una de las festividades más emblemáticas y queridas por los mexicanos ya que es la fecha en la que se tiene una conexión espiritual más cercana con los seres queridos que ya no están en el plano terrenal y representa una oportunidad para honrarlos.
El altar del Día de Muertos incluye varios elementos como las fotos de las personas a las que se le dedica la ofrenda; flores que adornan y aromatizan el camino de las almas hacia la ofrenda; agua, que mitiga la sed de las ánimas; papel picado, que representa el aire; calaveritas de chocolate o azúcar y por supuesto la comida y la bebidas favorita de los difuntos para que se puedan deleitar durante su visita al mundo de los vivos.
La ofrenda dura entre dos y tres días puesta, por lo que los alimentos y bebidas que se colocan ahí pasan ese mismo tiempo expuestas para que las almas de nuestros seres queridos absorban la esencia de cada uno de los platillos y bebidas que se le dejaron para disfrutaran.
Algunos de los alimentos más populares que se dejan en la ofrenda son los tamales, el mole, dulce de calabaza, pozole, tacos, atole, por supuesto, el pan de muerto, entre otras opciones, recuerda que es comida que le gustaba a tus seres queridos.
¿Qué hacer con la comida que te sobra de la ofrenda de Día de Muertos?
Una vez que pasa esta festividad, hay que quitar las ofrendas y sobre todo surge la duda de qué hacer con los alimentos que se colocaron ahí para los difuntos.
Existe la creencia que ya no se deben consumir porque los espíritus se llevaron la esencia de estos platillos. Sin embargo, sí se pueden comer, siempre y cuando estén en buen estado, ya que pasan varios días a la intemperie (sin refrigeración, expuesto al polvo), por lo que muchos alimentos ya no sirven para comerse, por ejemplo, el pozole, el mole, enchiladas o postres.
Otros que no se pueden consumir son los panes de muerto, ya que se vuelven duros, sin embargo, se les puede quitar el azúcar de la cobertura y molerlos para dárselo de comer a las aves.
Las bebidas que quedaron abiertas tampoco sirven, es decir, si colocas un refresco o una bebida preparada como una cuba, pues tampoco se pueden tomar después de que se recoge la ofrenda.
Las calaveritas de azúcar o chocolate que se añaden a las ofrendas no se pueden ingerir, pero las puedes guardar para reutilizarlas en los próximos años. Solo recuerda mantenerlas en un lugar fresco y en un recipiente para que estén cubiertas.
¿Qué alimentos de la ofrenda sí se pueden comer?
Después de que levantaste el altar del Día de Muertos las frutas están en buen estado y esas sí se pueden comer, sobre todo si las pones enteras como la manzana, la mandarina, la naranja, entre otras.