¿A quién no le gusta un buen corte de carne? En México sabemos aprovechar al máximo cada uno de los elementos que existen en nuestra cocina, una llena de tradiciones y recuerdos. Por eso vale la pena recordar de dónde provienen esos platillos exquisitos que nos llenan en el día a día.
Tamaulipas es un estado con gran cultura y aprecio por la buena comida, por eso te compartimos la historia y el porqué de un par de sus platillos.
Carne a la tampiqueña
La historia de la carne a la tampiqueña se remonta a 1939, cuando el restaurante Club Tampico servía su famoso “almuerzo huasteco”, el cual consistía en un trozo de cecina, enchiladas verdes, queso asado y frijoles de olla con epazote. El platillo era tan solicitado que se pidió que también fuera servido a la hora de la comida, razón por la que cambió su nombre en la carta a “carne asada a la tampiqueña”.
Además, tiene un profundo significado detrás: el plato ovalado en el que se sirve representa el área de la Huasteca, el corte alargado de carne figura el río Pánuco, las enchiladas verdes y el guacamole son la vegetación, el queso blanco hace referencia a la nobleza de la gente y los frijoles significan la tierra fértil.
Cabrito al pastor
A principios del siglo XX, los pastores o majaderos llevaban grandes rebaños de entre 5 mil y 6 mil cabras para venderlas en toda la zona norte del país hasta Texas. En el transcurso del camino, era común que consumiera algún chivito asándolo en leña, de ahí su nombre y el nacimiento del “cabrito al pastor”.
En la actualidad, siguiendo las tradiciones, el cabrito se ensarta en una vara para asarlo por bastante tiempo con leña de mezquite y así poder disfrutar de este manjar con tortillas de harina, guacamole, frijoles a la charra y una buena salsa norteña.
Es claro que Tamaulipas es uno de los estados que no te puedes perder. Regala un festín y una experiencia increíble la próxima vez que salgas, descubre el país, descubre cada rincón, vive Tamaulipas.