Ya no me alcanza para nada
Esta es una de las frases que escuchamos en casi todas las amas de casa que preparamos alimentos para la familia y es que en los últimos meses, el costo de la canasta básica ha experimentado un incremento significativo en la Ciudad de México, un fenómeno que está afectando a miles de familias y, en particular, a aquellos hogares cuya economía depende directamente del presupuesto destinado a la alimentación. Este aumento no solo está modificando la estructura del gasto familiar, sino también la forma en que las familias se organizan para la compra y preparación de sus alimentos semanalmente.
Lo que el INEGI reporta
Según el último reporte del INEGI, el costo de la canasta básica en la Ciudad de México ha subido un 15% en lo que va del año, con un impacto directo en productos esenciales como el maíz, el frijol, la leche, el aceite, y las frutas y verduras. Estos productos, que forman la base de la dieta diaria de millones de capitalinos, se han vuelto más caros debido a una serie de factores como la inflación, el aumento en los costos de producción y transporte, y el cambio en los precios internacionales de los insumos agrícolas.
RECETAS ECONÓMICAS PARA PREPARAR
Un golpe al bolsillo y a la buena nutrición de las familias
Para las familias de clase media y baja, estos aumentos representan una carga significativa. En muchos hogares, la canasta básica es el gasto más importante del presupuesto mensual. Con el alza de precios, muchas personas se ven obligadas a recortar otros gastos, como entretenimiento o servicios, para poder asegurar que la comida llegue a la mesa.
Además, las familias que ya estaban acostumbradas a comprar productos específicos o a seguir una rutina semanal de compras se encuentran ahora ante la necesidad de ajustar sus hábitos alimenticios. Esto no solo impacta su poder adquisitivo, sino también su capacidad para mantener una dieta balanceada. En algunos casos, los hogares se ven obligados a optar por opciones más baratas pero menos nutritivas, lo que afecta la salud a largo plazo.
Plan para que la inflación no te pegue tanto
1. Compra en otros lugares y compra cuando veas descuentos de no perecederos: Una de las cosas más comunes es la búsqueda de productos en mercados y tianguis locales, donde los productos suelen ser más económicos que en los supermercados. Además,optar por comprar en mayor cantidad ciertos productos básicos, como el arroz, la pasta o el aceite, cuando los precios son más bajos, para asegurarte de que su provisión dure más tiempo.
2. Reduce el desperdicio de alimentos: Consciente de que cada peso cuenta, opta por la preparación de tus comidas, aprovechando al máximo los ingredientes y realizando menús más sencillos pero igualmente nutritivos.
3. Planifica tu menú semanal: Organiza tus comidas para aprovechar ingredientes comunes y evitar compras impulsivas.
4. Compra a granel: Productos como arroz, frijoles y pasta pueden ser más baratos cuando compras en grandes cantidades.
5. Recicla alimentos: Utiliza las sobras de una comida para preparar otra, maximizando los ingredientes que ya tienes.
Al final, una cocina práctica, consciente y bien organizada puede ser la clave para atravesar tiempos de incertidumbre económica sin sacrificar la calidad de la alimentación.
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