El surimi es un alimento que se utiliza como sustituto de mariscos y pescados en diversas recetas para darle in toque distintivo estilo japonés.
Las mejores recetas para hacer surimi
Todo lo que tienes que saber del surimi
El surimi es de origen japonés y la palabra proviene de ese idioma y significa “músculo de pescado molido”. Fue creado hace cientos de años por cocineros japoneses que salaban y molían el pescado no utilizado en un tipo de gel.
Actualmente se elabora comúnmente a partir de carne de los pescados abadejo de Alaska y merlán del Pacífico, dos especies de pescado blanco consideradas baratas y comunes. Estos pescados se muelen en un tambor giratorio para obtener una pasta gelatinosa, que luego se lava para eliminar grasas, sales y sabores a pescado.
Después de lavar la carne molida, se prensa en bloques, se congela y se envía a fábricas de procesamiento. Allí se le añaden almidón, aceites, azúcares, sales, colorantes y extractos de sabor. Dependiendo del procesamiento, se puede utilizar como sustituto de langosta, camarón, cangrejo, entre otros.
Se procesa hasta obtener una consistencia gelatinosa y pastosa. Se le añade una línea roja en la superficie para imitar el color de las patas de cangrejo.
El surimi es más barato que los mariscos que imita, lo que explica su popularidad. Además, su versatilidad ha permitido que se integre fácilmente en las cocinas de muchos países.
El surimi sí contiene propiedades, por ejemplo, tiene omega-3, pero no de forma natural. Durante el procesamiento, se pierde el omega-3 natural del pescado, pero se le añade nuevamente en forma de aceite. Es bajo en grasa y puede contener una buena cantidad de proteína.
También aporta proteína, ya que dependiendo de la marca, cada 100 gramos de surimi da alrededor de 90 calorías.