Para la mermelada
- 500 gramos de frutos rojos (fresas, frambuesas, moras y/o arándanos), frescos o congelados
- 250 gramos de azúcar
- Jugo de 1 limón
Para empezar, es importante lavar bien los frutos rojos y retirar cualquier tallo u hojas que puedan tener. Una vez escurridos, en una olla grande, coloca los frutos y el azúcar. Exprime el limón sobre ellos y mezcla bien. Es importante reposar la mezcla durante 1 hora para permitir que los frutos suelten sus jugos.
Pasado el tiempo, lleva la mezcla a fuego medio y revuelve ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Lleva la combinación a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina la mermelada removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo de la olla. La mermelada debe espesar. Ajusta el dulce.
Cuando se haya enfriado, vacíala en frascos esterilizados y ciérralos herméticamente. Guárdalos en el refrigerador.
Para el bizcocho
- 4 huevos
- 120 gramos de azúcar
- 120 gramos de harina de trigo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Ralladura de naranja
Para el relleno: Mermelada de frutos rojos
Instrucciones
Precalienta el horno a 180°C y engrasa y forra con papel encerado una charola para hornear de forma rectangular. Luego, en un tazón grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color uniforme. Agrega la esencia de vainilla, la ralladura de naranja y mezcla muy bien.
Tamiza la harina sobre la mezcla de huevo y azúcar en tres partes. Incorpora suavemente la harina con movimientos envolventes para evitar que se pierda el aire. Vierte la mezcla en la bandeja preparada, asegurándote de extenderla de manera uniforme.
Cuando la charola tenga la masa bien acomodada, hornea hasta que el bizcocho esté cocido, toma aproximadamente 12 minutos porque el pan queda bajito.
Mientras aún está caliente, pero listo, coloca un paño de cocina limpio y voltea el pan. Retira cuidadosamente el papel para hornear. Extiende una capa generosa de mermelada casera de frutos rojos sobre el bizcocho y comienza a enrollarlo con cuidado, que quede apretado. Una vez frío, coloca el niño envuelto en un plato de presentación. Puedes espolvorear un poco más de azúcar glas por encima para decorar, poner almendras trituradas o adornar el plato con frutos rojos frescos.