Las espinacas son perfectas para preparar diversos platillos, desde recetas para el desayuno, la comida, la cena y hasta preparaciones dulces. Se trata de una plata que sobresale por su versatilidad para cocinar, pero también por sus poderosos nutrientes.
Las mejores formas de preparar espinacas
¿Cuáles son los beneficios de comer espinacas?
Las espinacas tienen vitaminas, minerales y otras propiedades que son benéficas para el cuerpo, por ejemplo, estas plantas son una fuente excelente de vitaminas A, C, K, magnesio, hierro y ácido fólico, que son importantes para mantener los huesos fuertes.
Contienen ácido alfa-lipoico, un antioxidante que ha demostrado aumentar la sensibilidad a la insulina.
Tienen un alto contenido de potasio que ayuda a controlar la presión arterial alta y por lo tanto a mejorar la salud cardiovascular.
Las espinacas tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir la osteoporosis, migraña, asma, artritis y dolor de cabeza.
Asimismo, mejoran la salud gastrointestinal porque son ricas en fibra, lo que ayuda en la buena digestión y previene el estreñimiento.
Las espinacas son bajas en calorías y altas en fibra, lo que puede ayudar a producir saciedad y controlar el peso.
Ayuda a mejorar la inmunidad y combatir enfermedades gracias a su contenido de vitaminas y minerales.
¿Cómo se debe comer la espinaca cruda o cocida?
Las espinacas se pueden comer de las dos formas, tanto crudas como cocidas y de ambas forman ofrecen nutrientes y propiedades para el cuerpo.
Las espinacas crudas conservan más vitaminas, como la C y la B, pero cocidas absorben mejor los minerales, como el hierro y el calcio.
Así que si quieres obtener los beneficios de las vitaminas, come las espinacas crudas y si quieres aprovechar los minerales, entonces que sean cocidas. Esta verdura es ideal para prepararla a cualquier hora del día.