El chicharrón en salsa de chile pasilla es un platillo tradicional y lleno de sabor que se disfruta en muchas regiones de México. La combinación de chicharrones crujientes con una salsa rica y picante es simplemente irresistible. Aquí tienes una receta fácil para preparar este delicioso guisado en casa.
Ingredientes:
- 500 g de chicharrón prensado (puedes encontrarlo en tiendas o mercados locales)
- 4 chiles pasilla secos
- 2 tomates maduros
- 1 cebolla blanca
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de caldo de pollo
- 2 cucharadas de aceite vegetal
- Sal al gusto
Instrucciones:
- Preparación de los ingredientes:
- Limpia los chiles pasilla, quítales las semillas y remójalos en agua caliente durante unos minutos.
- Asa los tomates y la cebolla en un comal o sartén hasta que estén ligeramente quemados.
- Pela los tomates y pica finamente la cebolla y el ajo.
- Salsa de chile pasilla:
- En una licuadora, mezcla los chiles pasilla remojados, los tomates asados, la cebolla y el ajo.
- Agrega el caldo de pollo y licúa hasta obtener una salsa suave. Si es necesario, añade más caldo para lograr la consistencia deseada.
- Cuela la salsa para eliminar cualquier residuo de piel o semillas.
- Cocción del chicharrón:
- Calienta el aceite en una cacerola grande a fuego medio.
- Agrega el chicharrón prensado y fríelo hasta que esté dorado y crujiente.
- Integración de la salsa:
- Añade la salsa de chile pasilla al chicharrón frito.
- Cocina a fuego medio-bajo durante unos 15-20 minutos, revolviendo ocasionalmente para que los sabores se mezclen bien.
- Si la salsa se espesa demasiado, puedes agregar un poco más de caldo.
- Sazona y sirve:
- Prueba la salsa y ajusta la sal si es necesario.
- Sirve el chicharrón en salsa caliente acompañado de tortillas recién hechas, arroz o frijoles.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de este clásico guisado mexicano en la comodidad de tu hogar.
El chicharrón en salsa de chile pasilla tiene una historia rica y arraigada en la gastronomía mexicana. Aunque no hay una única versión de su origen, se cree que este platillo se ha disfrutado durante siglos en diferentes regiones del país.
Antes de la llegada de los españoles a México, los pueblos indígenas ya preparaban chicharrones a partir de la piel de cerdo. Estos chicharrones eran secados al sol y luego fritos para obtener una textura crujiente.
Durante la época colonial, los ingredientes autóctonos se fusionaron con los productos europeos. El chicharrón en salsa de chile pasilla es un ejemplo de esta fusión.
Actualmente, cada región de México tiene su propia versión de este platillo. Algunas utilizan chiles diferentes, mientras que otras agregan ingredientes como jitomate, epazote o hierbas aromáticas.
En el centro de México, es común servir el chicharrón en salsa con tortillas recién hechas. En otras áreas, se sirve con arroz o frijoles.
Recuerda que puedes adaptar la receta según tus preferencias personales. ¡Provechito!