La lasagna, un plato italiano icónico, se presta a la innovación y la versatilidad, especialmente cuando se trata de seleccionar carnes deliciosas para su relleno. En esta exclusiva selección de recetas, descubrirás tres formas distintas y fáciles de preparar lasagna, cada una destacando el sabor único de una carne diferente.
Desde la suculenta lasagna de carne de res hasta la exquisita combinación de cerdo y salchicha italiana, estas opciones te transportarán a la Italia más auténtica en cada bocado.
Lasagna de carne de res al estilo tradicional italiano
Preparar esta lasagna clásica implica una mezcla perfecta de carne de res magra, ricotta cremosa y una salsa de tomate casera. El sofrito de cebolla y ajo, junto con las hierbas italianas, proporciona una base aromática. Esta lasagna te invita a disfrutar de capas de sabores auténticos que harán las delicias de tu paladar.
Comienza dorando 500 g de carne de res magra en una sartén con aceite de oliva. Agrega una cebolla picada y dos dientes de ajo hasta que estén tiernos. Incorpora 800 g de tomate triturado y sazona con sal, pimienta, albahaca y orégano al gusto.
Cocina a fuego lento durante 30 minutos para obtener una deliciosa salsa. Mientras tanto, hierve las láminas de lasagna según las instrucciones del paquete. En un recipiente aparte, mezcla 500 g de ricotta con dos tazas de queso mozzarella rallado.
Ensambla la lasagna colocando capas de salsa, láminas de pasta y la mezcla de quesos en un molde. Hornea a 180°C durante 25-30 minutos o hasta que la lasagna esté dorada y burbujeante.
Lasagna de cerdo y salchicha italiana
La combinación de cerdo y salchicha italiana agrega una dimensión carnosa y sabrosa a esta variante de lasagna. La salchicha italiana sazonada y la carne de cerdo se cocinan a la perfección, complementadas con una mezcla de quesos italianos y una salsa de tomate casera. Esta lasagna es una explosión de sabores que te hará volver por más.
En una sartén, cocina 500 g de carne de cerdo y 300 g de salchicha italiana hasta que estén doradas. Agrega una cebolla y dos dientes de ajo picados, luego vierte 800 g de tomate triturado y cocina a fuego lento durante 20 minutos.
Hierve las láminas de lasagna mientras tanto. En un tazón, combina 500 g de queso ricotta con una taza de parmesano rallado. En un molde para horno, alterna capas de salsa de tomate, láminas de pasta, la mezcla de carne y la mezcla de quesos. Repite hasta llenar el molde y termina con una capa de queso mozzarella. Hornea a 200°C durante 30 minutos o hasta que la lasagna esté dorada.
Lasagna de pollo con espinacas y queso ricotta
Para aquellos que buscan una opción más ligera sin sacrificar el sabor, la lasagna de pollo con espinacas y queso ricotta es la elección perfecta. El pollo tierno se mezcla con espinacas frescas, creando una combinación saludable y deliciosa. Las capas de queso ricotta y mozzarella aportan la cremosidad que caracteriza a una buena lasagna.
Cocina 500 g de pechuga de pollo en una sartén con aceite de oliva hasta que esté bien cocido. Agrega espinacas frescas y cocina hasta que se marchiten. Añade 500 g de salsa de tomate y sazona con sal y pimienta. Cocina a fuego lento durante 15 minutos.
Mientras tanto, hierve las láminas de lasagna. En un tazón, mezcla 500 g de queso ricotta con una taza de queso parmesano rallado. En un molde para horno, alterna capas de salsa de tomate, láminas de pasta, la mezcla de pollo y espinacas, y la mezcla de quesos. Repite hasta llenar el molde y termina con una capa de queso mozzarella. Hornea a 180°C durante 25 minutos o hasta que la lasagna esté dorada y burbujeante.