El pollo en sus diferentes versiones suele ser un éxito en cualquier cocina mexicana y el mundo, sin embargo, si quieres consentir a tu familia, no dudes en optar por el pollo frito. ¿No sabes qué cocinar hoy? Aquí 10 alternativas que te van a encantar.
Beneficios del pollo
El pollo tiene un alto contenido de nutrientes que promueven la salud, incluidas las proteínas, varias vitaminas B, selenio y colina. Estos compuestos pueden ser un factor clave en el crecimiento muscular, el control del peso y la salud del cerebro.
Para poder aprovechar al máximo los beneficios del pollo, los expertos recomiendan que prefieras los cortes magros, como la pechuga de pollo, y que la mayoría de las veces que lo consumas sea utilizando métodos de cocción más saludables, como hornear, asar y hervir.
Cómo evitar que el pollo frito quede grasoso
Evitar que el pollo frito quede grasoso requiere algunas técnicas específicas durante el proceso de preparación y cocción. Aquí tienes algunos consejos útiles:
Escurre: antes de freír el pollo, asegúrate de secarlo completamente con papel de cocina. La humedad en la superficie del pollo puede causar que el aceite salpique más y se adhiera al pollo, lo que resulta en un acabado más grasoso.
Controla la temperatura del aceite: revisa que el aceite esté a la temperatura adecuada antes de agregar el pollo. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, el pollo absorberá más aceite durante la cocción. Un termómetro de cocina puede ayudarte a mantener la temperatura del aceite alrededor de 350-375°F (175-190°C).
Cantidad de aceite: no pongas demasiado pollo en la sartén o freidora. Cocinar demasiado pollo a la vez puede hacer que la temperatura del aceite baje demasiado rápido, lo que resulta en una fritura más grasosa. Es mejor freír el pollo en lotes más pequeños.