Ingredientes
- 1 taza de azúcar
- 1/4 de taza de agua
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de leche evaporada
- 4 huevos
- 190 g de queso crema
- 1 cucharadita de vainilla
- 1/4 de cucharadita de canela (opcional)
Preparación
- En una olla pequeña, mezcla el azúcar y el agua a fuego medio-alto hasta que se disuelva el azúcar. Deja que hierva sin mover hasta que tome un color dorado, unos 10 minutos. Cuidado de no quemar el caramelo.
- Vierte el caramelo en un molde redondo de 20 cm de diámetro y cubre el fondo y las paredes con una capa delgada. Deja que se enfríe y endurezca.
- En una licuadora, combina la leche condensada, la leche evaporada, los huevos, el queso crema, la vainilla y la canela si la usas. Licúa hasta que quede una mezcla suave y sin grumos.
- Vierte la mezcla sobre el caramelo en el molde y cubre con papel aluminio. Coloca el molde dentro de una olla grande con agua hirviendo que llegue hasta la mitad del molde. Tapa la olla y cocina a fuego medio-bajo durante 45 minutos o hasta que el flan esté firme al insertar un palillo.
- Retira el molde de la olla con cuidado y deja que se enfríe completamente. Refrigera el flan por al menos 4 horas o toda la noche.
- Para desmoldar, pasa un cuchillo por el borde del molde y coloca un plato sobre el molde. Invierte el molde y el plato con un movimiento rápido y firme. El flan debe salir fácilmente con el caramelo encima.
El flan napolitano es uno de los postres más clásicos de la gastronomía, casi en cualquier restaurante se puede encontrar, ya que además de ser famoso es fácil de preparar y, sobre todo, es delicioso.
¿Cuál es el origen del flan napolitano?
La historia del flan napolitano se remonta a la antigua Roma, cuando este delicioso postre se prepara con huevos, leche, miel y pimienta. Se llamaba tyropatina y se consumía tanto en versión dulce como salada.
Marco Gavio Apicio, un sibarita romano del siglo I de la era cristiana, fue quien hizo el primer registro de este postre con los ingredientes mencionados en el párrafo anterior.
Sin embargo, este postre se volvió tan popular que el flan se difundió por Europa durante la Edad Media, gracias a los romanos. En España y Francia se adaptó a los ingredientes locales y se le añadió una salsa de caramelo. Se le llamó flan en la península ibérica y crème renversée au caramel en Francia.
Los conquistadores españoles trajeron el flan a América, donde se popularizó en México y otros países. En México se le agregó queso y se le llamó flan napolitano, quizás por la influencia de los inmigrantes italianos o por la similitud con el helado napolitano.
Así que en la era de la colonia en México fue cuando este postre se empezó a desarrollar y a tomar la forma que tiene actualmente este delicioso platillo, por lo que se trata de una preparación milenaria.
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Los ingredientes de todo flan napolitano
En la era moderna, el flan napolitano se prepara con huevos, leche evaporada, leche condensada, queso crema y vainilla. Se hornea en baño María sobre un molde con caramelo. Se sirve frío y se acompaña con frutas, nueces o crema batida.
Es el postre perfecto para degustar después de casi cualquier comida, ya que su sabor es muy versátil y puede ser el complemento perfecto de diferentes platillos, desde pastas, carnes y más.