Si quieres preparar un desayuno diferentes, entonces checa esta deliciosa receta de chilaquiles rellenos
Ingredientes
- 500 g de harina de maíz
- 1 cucharada de sal
- 500 g de queso Oaxaca
- 500 g de tomates verdes
- 3 chiles serranos
- ¼ de cebolla
- 1 diente de ajo
- ¼ de taza de cilantro
- 1 taza de aceite
- Sal al gusto
- 1 Aguacate
- Rodajas de cebolla
- Queso para espolvorear
Preparación
- Para la salsa. Coloca los tomates, los chiles, la cebolla y el ajo en una olla con agua suficiente para cubrirlos, deja que hierva. Escurre el agua y transfiere los tomates, los chiles, la cebolla y el ajo a la licuadora. Agrega el cilantro, una pizca de sal y un poco del agua de la cocción. Licúa hasta obtener una salsa homogénea y sin grumos.
- En una sartén, calienta el aceite a fuego medio-alto. Vierte la salsa con cuidado y deja que hierva. Baja el fuego y cocina la salsa durante unos 10 minutos, o hasta que espese un poco y cambie a un color verde más oscuro. Retira del fuego y reserva.
- Para los chilaquiles. En un tazón pon la harina y la sal y añádele un poco de agua y empieza a amasar hasta que tengas una masa suave que no se pegue. Déjala reposar unos 15 minutos.
- Luego haz tortillas con la masa que sean del mismo tamaño. Pon una de las tortillas extendidas y encima ponle queso; cubre con otra tortilla y sella como para formar una empanada. Luego pártela en 4 partes para formar los totopos. Cierra bien la masa para que no se le salga el queso. Repite todas las veces que necesitas hasta completar todos los totopos que vas a usar para los platillos.
- Pon a hervir el aceite y sumerge los chilaquiles relleno y deja que se cocinen hasta que estén crujientes. Sácalos del aceite y ponlos en papel absorbente.
- Sirve en un plato los chilaquiles rellenos y rocíalos con la salsa verde. Puedes espolvorear queso y decorar con rodajas de cebolla y rebanadas de aguacate.
- También puedes añadir al plato lechuga y crema.
Los chilaquiles son un delicioso platillo mexicano que consiste en tortillas de maíz fritas y bañadas en una salsa picante, que se acompañan con queso, crema, cebolla y otros ingredientes. Su origen es incierto, pero se cree que se remonta a la época prehispánica.
El nombre de los chilaquiles viene del náhuatl chilaquili, que significa “metido en chile” o “sumergido en chile”.
Este platillo fue una forma de aprovechar las tortillas sobrantes del día anterior, que se bañaban en una salsa de chile y se comían con frijoles.
Los chilaquiles se popularizaron durante la época colonial, cuando se mezclaron los ingredientes nativos con los traídos por los españoles, como el queso, la crema y el pollo.
Consejos para que los chilaquiles queden perfectos
- Usa tortillas de maíz frescas y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas sobre papel absorbente y salpimienta al gusto.
- Prepara una salsa verde o roja asando los tomates, los chiles, la cebolla y el ajo. Licúa los ingredientes con un poco de consomé de pollo y sal. Fríe la salsa en un poco de aceite hasta que hierva y espese.
- Añade queso cotija o de cabra sobre las tortillas fritas antes de bañarlas con la salsa. Esto hará que el queso se derrita y le dé un sabor delicioso a los chilaquiles.
- No remojes las tortillas en la salsa, sino viértela sobre ellas justo antes de servir. Así evitarás que se aguaden y pierdan su textura.
- Acompaña los chilaquiles con crema, cebolla picada, cilantro fresco y la proteína de tu preferencia, como pollo, chorizo, cecina o huevo.
- Si quieres que tus chilaquiles sean más ligeros, puedes hornear las tortillas en lugar de freírlas, esto solo es para la receta tradicional, ya que no aplica para los chilaquiles rellenos, para esa receta es necesario freír.
- Si quieres darle un toque diferente a tus chilaquiles, puedes usar tortillas de nopal, de maíz azul o de harina, o preparar una salsa de mole, de frijol o de aguacate.