Ingredientes
- Masa filo: 1 paquete
- Pistaches: 200 g
- Mantequilla: 150 g
- Miel: 150 g
- Azúcar: 100 g
- Canela en polvo: 1 cucharadita
- Agua: 100 ml
- Jugo de limón: 1 cucharada
Preparación
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Precalienta el horno a 180 °C.
- Tritura los pistaches hasta obtener una textura gruesa.
- Derrite la mantequilla.
- En un bowl, mezcla la miel, el azúcar, la canela y el agua.
- Pincela una fuente para horno con mantequilla derretida.
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Coloca una capa de masa filo en la fuente, pincelando con mantequilla derretida.
- Repite el paso 6 con 3 capas más de masa filo.
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Espolvorea la mitad de los pistaches triturados sobre la masa filo.
- Cubre con 3 capas más de masa filo, pincelando con mantequilla derretida.
- Repite los pasos 8 y 9 con la otra mitad de los pistaches.
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Cubre con 2 capas más de masa filo y pincela con mantequilla derretida.
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Corta el baklava en cuadrados o rombos.
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Hornea durante 30-35 minutos, hasta que esté dorado.
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Retira del horno y baña el baklava con la mezcla de miel caliente.
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Deja reposar al menos 2 horas antes de servir.
El Baklava, con su inconfundible fragancia a pistaches tostados y miel dorada, es mucho más que un postre; es un testimonio de la riqueza y la herencia gastronómica de Oriente Medio.
A continuación, nos sumergiremos en la historia de este manjar, revelaremos los misterios detrás de su preparación y te guiaremos a través de la creación de este deleite que enamora los paladares con cada capa crujiente y almendra fragante.
Historia y orígenes
El Baklava tiene raíces ancestrales que se entrelazan con diversas culturas de Oriente Medio. Se cree que su receta ha evolucionado a lo largo de los siglos, siendo influenciada por civilizaciones como la bizantina y la otomana.
Desde palacios reales hasta las mesas de celebraciones familiares, el Baklava ha sido testigo de momentos especiales a lo largo de la historia.
Preparación del Baklava
La creación del Baklava es un arte en sí mismo. Capas finas de hojaldre se entremezclan con pistaches tostados, creando una armonía de texturas y sabores.
El delicado proceso de ensamblaje, seguido por la cocción y el generoso baño de miel perfumada, culmina en un postre que despierta los sentidos y deja una impresión duradera.
Los pistaches, con su sabor robusto y textura crujiente, añaden un toque distintivo al Baklava. La miel, con su dulzura natural y aromas florales, se convierte en el néctar que eleva cada bocado a una experiencia celestial.
Embárcate en esta exploración culinaria del Baklava y descubre cómo este postre ha conquistado corazones en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de indulgencia y exquisitez. ¡Prepárate para enamorarte de la magia del Baklava!