Molletes con chorizo y queso: una opción perfecta para el desayuno
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Tiempo:0:40
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Porciones:4
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Dificultad:Baja
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Tipo:
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Cocina:
Ingredientes
- 4 bolillos
- 2 tazas de frijoles refritos
- 200 g de chorizo
- 1 taza de queso manchego rallado
- 4 cucharadas de mantequilla
- 3 jitomates picados
- ½ cebolla picada finamente
- 2 chiles serrano picados
- 1 cucharada de cilantro picado
- El jugo de un limón
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Precalienta el horno a 180°C.
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Corta los bolillos por la mitad y retira el migajón.
- En una sartén, fríe el chorizo hasta que esté cocido y desmenuzado. Reserva.
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Calienta los frijoles refritos en una olla o en el microondas.
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Unta los frijoles sobre el pan. Agrega el chorizo y el queso encima.
- Hornea los molletes durante 10 minutos o hasta que el queso se derrita.
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Para el pico de gallo, salsa con la que tradicionalmente se acompañan los molletes. En un tazón pon el jitomate, la cebolla y el chile y mezcla muy bien.
- Agrega el jugo de limón y vuelve a mezclar.
- Salpimenta y añade el cilantro picado.
- Sirve los molletes de chorizo con queso y la salsa de pico de gallo.
Los molletes son un platillo típico de la cocina mexicana que pueden comer como desayuno o cena, además de que son muy fáciles de preparar y muy deliciosos.
¿Cuál es el origen de los molletes?
Los molletes tienen su origen en un pan español que se tostaba con aceite de oliva y sal, y a veces con jitomate y ajo. Los españoles lo consumían en el desayuno y actualmente se sigue comiendo en algunas partes de ese país europeo.
El nombre de molletes proviene de las palabras catalanas molla (miga) y mollar (blando). Con la llegada de los españoles a América, este platillo se fue adaptando con los ingredientes mexicanos.
En México, se empezaron a preparar molletes dulces, que llevaban mantequilla en lugar de aceite de oliva, y se comían como postre o merienda. También se crearon los molletes poblanos, que son un postre conventual hecho con pan, queso, piloncillo y canela.
No fue hasta mediados del siglo XX que se inventaron los molletes salados, que llevan frijoles refritos, queso y salsa de tomate. Se dice que esta versión se originó en un restaurante del centro de la Ciudad de México, donde una mesera comía un bolillo con frijoles y un cliente le pidió lo mismo, pero con queso.
Este platillo salado se popularizó como un desayuno rápido y económico, y se les agregó el pico de gallo, una salsa fresca hecha con jitomate, cebolla, chile, cilantro y limón, que le da un toque de acidez y contraste al platillo.
¿Cuántos tipos de molletes hay?
Los molletes son un platillo muy versátil y se pueden preparar de diferentes formas. Aquí te dejamos algunas opciones:
Molletes andaluces: Son los más parecidos al mollete original español, que consiste en un pan suave y blando que se tuesta con aceite de oliva y sal, y se puede acompañar con tomate, ajo, jamón o queso.
Molletes mexicanos: Son los más populares en nuestro país.
Molletes dulces: Son una variante de los molletes mexicanos, pero en lugar de frijoles y queso, se les pone mantequilla y algún tipo de dulce, como mermelada, fruta, cajeta, crema de chocolate o frutos secos. Se comen como postre o merienda.
Molletes poblanos: Son un postre conventual originario de Puebla, que se elabora con pan, queso, piloncillo y canela. Se hornean hasta que el queso se derrite y el pan se carameliza, y se sirven calientes.