Ingredientes
- 150 gramos de piloncillo
- ½ taza de agua
- 3 semillas de anís
- 1 raja de canela
- 350 gramos de harina de trigo
- 90 gramos de azúcar glass
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 125 gramos de mantequilla
- 2 huevos
Preparación
- En una cacerola, hierve el agua, piloncillo y anís hasta que el piloncillo se haga líquido.
- Deja enfriar la preparación, quítale la canela y el anís. Resérvala.
- Mezcla la harina, el azúcar glass, el polvo para hornear y la mantequilla hasta que se integren.
- Añade el piloncillo y 1 huevo.
- Mezcla de nuevo hasta que todos los ingredientes se integren en una sola preparación.
- Congela la preparación por media hora en el refrigerador para que sea más fácil cortar los puerquitos.
- Precalienta el horno a 180º centígrados.
- En una superficie enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta dejarla de 1 centímetro (aproximadamente).
- Engrasa una charola o ponle papel para hornear.
- Bate un huevo en un molde pequeño.
- Corta los puerquitos con el molde y acomoda una charola. Ponles una capa de huevo encima con una brochita o una servilleta.
- Hornea los puerquitos hasta que se pongan dorados. Esto tardará alrededor de 12 minutos.
- Sácalos del horno y déjalos enfriar hasta que tengan una consistencia firme.
¿Ganas de un rico y muy tradicional postre mexicano? Aquí te contamos cómo puedes preparar puerquitos de piloncillo.
¿Pan o galleta? Como les quieras decir, pero seguro desde la infancia conoces los tradicionales puerquitos de piloncillo. Con esta receta vas a llenar tu casa de un rico olor a canela y anís. Además, tendrás algo delicioso para chopear en la merienda.
¿Cuál es el origen de los puerquitos de piloncillo?
Los puerquitos de piloncillo son un postre típico de México, específicamente de la zona de la Huasteca.
Como ya te habíamos contado, su origen se remonta a la época colonial, producto de la mezcla de las tradiciones culinarias de las comunidades indígenas y mestizas de la región.
Prueba de ello es el uso del piloncillo –un tipo de azúcar no refinida y compacta que ha sido empleado durante siglos en la cocina latinoamericana– y, a su vez, su parecido con el gingerbread, un tipo de pan de jengibre que se origina en la tradición culinaria europea que se ha popularizado en diferentes países del mundo durante la temporada navideña.
¿Puerquitos, cochinitos o cerditos?
Si bien, todos los conocemos como “Puerquitos”, hay algunos lugares en donde se les llama “cochinitos” o incluso “cerditos” de piloncillo. Todo esto de correcto, pues a pesar del cambio de nombre, los ingredientes y la preparación son los mismos, ofreciendo el mismo postre clásico de la cocina mexicana.
Por cierto, el que tengan esta forma no es gratuito. Recordemos que en algunas culturas, el cerdo o puerquito se asocia con la abundancia y la prosperidad, por lo que estas galletas con forma de cerdo también pueden tener un simbolismo festivo relacionado con la buena suerte, particularmente en eventos como año nuevo.
¿Con qué se acompañan los puerquitos de piloncillo?
Al tratarse de galletas o panecillos duldes, los puerquitos de piloncillo pueden acompañarse con bebidas calientes como chocolate caliente, café de olla, leche, té de canela o atole.
También pueden servirse con helado, frutas frescas –fresas, frambuesas o rodajas de naranja–, yogur e incluso vino caliente, como se acostumbra en Alemania.