Cómo hacer un caldo de pollo con jengibre súper nutritivo y cuáles son sus beneficios
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Dificultad:Baja
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Tipo:
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Cocina:
El caldo de pollo con verduras no solo es delicioso, sino también contiene muchos beneficios, ya que aporta nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y minerales. Su fácil digestión lo convierte en una opción ideal, contribuyendo a la hidratación y ofreciendo alivio en casos de resfriados o problemas digestivos.
Además de su sabor reconfortante, este caldo es una valiosa fuente de aminoácidos, esenciales para la reparación y construcción de tejidos corporales. Asimismo, fortalece el sistema inmunológico y proporciona quercetina, conocida por sus propiedades antiinflamatorias.
Y si a estos beneficios le agregas la magia que proporciona el jengibre, se convierte en una bomba de salud.
Ingredientes para el caldo de pollo con jengibre:
- 8 piezas de pollo, bien limpias
- 2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
- 2 tallos de apio, cortados en rodajas
- Una cebolla, pelada y cortada en cuartos
- 2 calabacitas cortadas en cuadritos
- Medio ramo de cilantro
- 4 dientes de ajo, pelados y machacados ligeramente
- Un trozo de jengibre fresco, pelado y cortado en rodajas finas. También puede ir rallado
- Sal al gusto
- Agua
Instrucciones
En una olla grande, pon a calentar suficiente agua.
Mientras el agua toma la temperatura ideal, enjuaga las piezas de pollo y retira cualquier exceso de grasa y mucosidad. Lo ideal es que además de los muslos, piernas y pechuga, le agregues algunas piezas de retazo, como alas y huacal, para que el caldo salga más nutritivo.
Cuando el agua comienza a sacar humo, es momento se agregar las piezas de pollo, los trozos de cebolla y los ajos. No se recomienda añadir el pollo con el agua fría porque el caldo sale opaco.
A medida que el caldo comienza a hervir, se formará una especie de espuma en la superficie. Retírala con una cuchara o espumadera para lograr un caldo más limpio.
Una vez que salió la mayor cantidad de espuma, añade todas las verduras y el manojo de cilantro para que le dé un sabor más fresco.
Al cabo de unos minutos, sazona con sal al gusto y comienza a agregar el jengibre. Prueba y ajusta la sazón.
Cuando todo haya adquirido el sabor ideal, baja el fuego y tapa la olla para que la carne se cocine perfectamente.
Sirve el caldo de pollo con jengibre en un plato hondo y aliña con unas gotitas de limón. Tu salud y tu alma lo agradecerán.