Se acerca el mes patrio y ya se nos hace agua la boca para empezar a probar las deliciosas recetas de comida mexicana de temporada. Y, por supuesto, no puede faltar un buen pastel azteca para agasajar a la familia.
¿Quieres saber cómo prepararlo? Aquí te traemos 3 deliciosas opciones para prepararlo para que elijas tu favorita, aunque tenemos que decirte que todas están riquísimas. ¿Por cuál te decides?
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Curiosidades del pastel azteca
- No se sabe con exactitud el origen de este platillo mexicano, aunque los historiadores opinan que pudo haber sido en Oaxaca o Baja California. Lo realmente curioso es que estos estados distan mucho uno del otro.
- Los mexicas solían prepararlo con un guajolote entero acompañado de tortillas rebanadas y verduras regionales.
- Aunque su nombre es atribuido a la cultura prehispánica, este platillo se considera criollo, pues además de las tortillas, el chile y los jitomates indígenas, también incluye ingredientes españoles como el pollo, el queso y la crema.
- El pastel azteca es conocido también como “la lasaña mexicana”, debido a que está formado de diferentes capas, al igual que la receta de origen italiana.
- En algunas regiones del país, el pastel azteca se prepara para fechas especiales o celebraciones.
EL MAÍZ EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA
Se calcula que el maíz se cultiva desde hace más de 10 mil años en la región de Mesoamérica, siendo este, no sólo el alimento principal de los pueblos prehispánicos, sino una planta sagrada.
Cuenta la leyenda que los aztecas tenían sólo raíces y pequeños animales para comer, mientras que los dioses guardaban celosamente el grano sagrado del maíz. Entonces los hombres fueron con el dios Quetzalcóatl, famoso por su bondad, y le dijeron su problema. Quetzalcóatl se convirtió entonces en hormiga, fue hasta donde estaba el maíz y tomó un grano, el cual los hombres sembraron y cultivaron. Desde entonces, los aztecas se hicieron fuertes y agradecieron por siempre al buen dios que los había ayudado.
Con la llegada de los españoles a América, las recetas prehispánicas con maíz se fueron enriqueciendo con más ingredientes, y haciéndose más elaboradas, tal y como las conocemos hoy en día (es difícil imaginarnos un taquito sin carne, una gordita sin queso o unas flautas sin crema).