Torrijas: cómo hacer fácilmente este sabroso platillo de Semana Santa
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Porciones:4
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Dificultad:Baja
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Tipo:
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Cocina:
Torrijas, el platillo perfecto para Semana Santa
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Ingredientes
- 1 barra de pan del día anterior o una barra específica para torrijas
- 1 litro y medio de leche entera
- 5 huevos medianos
- 1 palo de canela en rama
- 1 vaina de vainilla o una cucharadita de esencia de vainilla
- La cáscara de medio limón
- 100 ml de vino de Oporto (opcional)
- 300 g de azúcar blanca
- 1 cucharada de canela molida
- 1/2 litro de aceite de oliva virgen extra suave
Preparación
- En un cazo, ponemos la leche, el azúcar, la canela en rama, la vainilla y la cáscara de limón. Calentamos hasta que hierva y retiramos del fuego. Tapamos y dejamos que se enfríe y se infusionen los aromas.
- Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 centímetros de grosor y las colocamos en una fuente. Regamos con la leche aromatizada y dejamos que se empapen bien por ambos lados. Si queremos, podemos añadir un poco de vino de Oporto para darle más sabor.
- Batimos los huevos en un recipiente hondo. Escurrimos el pan y pasamos las rebanadas por el huevo batido, cubriéndolas bien.
- Calentamos una sartén con abundante aceite. Freímos las torrijas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. Las escurrimos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Mezclamos el azúcar restante con la canela molida y rebozamos las torrijas en la mezcla. Servimos calientes o frías, según el gusto.
Las torrijas son uno de los postres más ricos para preparar en Semana Santa, por eso aquí te dejamos una receta fácil y rápida para que las hagas y disfrutes de la época sin remordimiento y sin comer carne.
¿Cuál es la historia de las tradicionales torrijas de Semana Santa?
Las torrijas tienen su origen en la época de los romanos, que ya preparaban un dulce similar con pan, leche y miel. En el siglo XV, las torrijas se consumían como un alimento fortificante para las mujeres que acababan de dar a luz, pues se creía que favorecían la lactancia materna.
Para el siglo XVI, las torrijas se popularizaron como un plato de Cuaresma, ya que aportaban energía y saciedad durante los períodos de ayuno y abstinencia.
En el siglo XIX, se enriquecieron con ingredientes como el azúcar, la canela, el vino o el almíbar, que antes eran considerados de lujo.
En el siglo XX, este platillo se desvinculó de su sentido religioso y se convirtió en un dulce típico de las tabernas madrileñas, acompañadas de un vaso de vino.
En la actualidad, las torrijas se elaboran con diferentes variantes según la región, el tipo de pan, el líquido de remojo, el rebozado y el aderezo.
También se consumen en otros países de Europa y América, con distintos nombres y recetas, como el pain perdu en Francia, las fatias douradas en Portugal, las torrejas en México o el arme ritter en Alemania.
¿Con qué se acompañan las torrijas de Semana Santa?
Las torrijas son un postre delicioso que se puede disfrutar de muchas formas. Por ejemplo:
- Fruta fresca troceada, como fresas, plátanos, manzanas, peras, etc.
- Frutos secos, como almendras, nueces, pistachos, etc.
- Una bola de helado de vainilla, chocolate, nata o el sabor que más te guste.
- Una salsa dulce, como caramelo, dulce de leche, chocolate, miel, etc.
- Unas natillas caseras o compradas, de vainilla o chocolate.
- Un café con leche o una taza de té para beber.
