Cuando hablamos acerca de la hipertensión arterial, nos referimos a una de las enfermedades cardiovasculares más recurrentes. Tan solo en México, según datos del Gobierno del país, uno de cada cuatro mexicanos padece hipertensión arterial, en los hombres la prevalencia es de 24.9% y en mujeres 26.1%. Uno de los factores que se deben de cuidar cuando el paciente ya fue diagnosticado con la enfermedad es la dieta. Debido a ello te hablaremos acerca de los alimentos que suben la tensión arterial.
La hipertensión es llamada la “enfermedad silenciosa” porque no suele presentar síntomas. Cuando estos ocurren, la enfermedad puede hallarse en un estado ya muy avanzado. Aun así, hay ciertas señales que pueden indicar que estamos ante una posible hipertensión: mareos, dolores de cabeza frecuentes, hemorragias nasales frecuentes, o palpitaciones en la sien o en el pecho aunque la persona se encuentre en reposo.
Seguir una dieta adecuada puede disminuir los riesgos de desarrollar esta enfermedad o empeorarla. Es por ello que debemos prestar mucha a atención a lo que ingerimos a diario. Pasemos entonces a conocer los alimentos que suben la tensión arterial.
Alimentos que suben la presión arterial
Alimentos ultraprocesados. Uno de los grandes inconvenientes de estos alimentos es que tienen altas cargas de sal o azúcar. Estos ingredientes promueven la hipertensión, por ello es que es recomendable evitar o moderar su consumo. También hay que añadir que los alimentos ultraprocesados no solo son alimentos que suben la presión arterial, sino que promueven el desarrollo de enfermedades como diabetes u obesidad.
Sal. Debemos evitar el consumo de sal debido a que promueve la retención de líquidos, situación que aumenta la presión sanguínea. En caso de que padezcas de hipertensión, debes tomar en cuenta que lo máximo recomendable al día de sal es una cucharada.
Alcohol. De todas las bebidas, es la primera que debemos dejar de lado para evitar que la tensión arterial se eleve. Una copa de vino al día es el máximo recomendado por expertos en salud, sobre todo en pacientes que ya fueron diagnosticados con hipertensión.
Carne roja. Por sí sola, la carne roja no es mala, el inconveniente es cuando nos excedemos en su consumo. Cuando esto pasa, nuestro cuerpo comienza a recibir grasas saturadas que contribuyen a que la presión alcance niveles indeseados.
Lácteos enteros. Como ocurre con la mayoría de los alimentos, no es que los lácteos sean dañinos, sino que su abuso puede afectar a tu presión arterial. La razón es que tienen sal y grasas saturadas. Como ya hemos visto, se trata de dos factores que inciden en la presión arterial.
Embutidos. Al igual que ocurre con los alimentos ultraprocesados, los embutidos contienen altas cargas de sal. Como ya vimos, la sal eleva la presión sanguínea cuando se consume de forma excesiva.
Café. Estamos ante otro de los alimentos que suben la tensión arterial. Sin embargo, hay que señalar que esto ocurre cuando se le ingiera de forma inmoderada. Para ello, es necesario señalar que los expertos y las clínicas especializadas en enfermedades cardiovasculares, como la Fundación Española del Corazón, recomiendan no más de dos o tres tazas de café al día.
Consejos para prevenir la hipertensión arterial
Cuida tu peso: Cuando se tiene un peso normal, la presión arterial tiende a estabilizarse. En el caso de los hombres, la cintura no debe medir más de 102 centímetros. Para las mujeres, una medida saludable es por debajo de los 89 centímetros.
Practica ejercicio: Se ha visto una relación muy estrecha entre la práctica de ejercicio y los niveles sanos de tensión arterial. Además, ello nos ayudará a mantener un peso saludable. Procura caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar unas cuatro veces a la semana.
Cuida tu alimentación: Como ya vimos, lo que comes incide para bien o para mal en desarrollar o elevar tus niveles de tensión arterial. Una dieta balanceada es lo ideal para sentirte bien. Procura aumentar tus raciones de frutas y verduras, tomar mucha agua y evitar los alimentos ultraprocesados y las grasas saturadas.
No fumes ni bebas: Ambas prácticas son enemigas para tu salud, pues además de alterar los niveles de presión sanguínea, también están relacionadas con enfermedades como diabetes y cáncer.
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