La obesidad se ha convertido un gran factor de riesgo ante el coronavirus y aquí te decimos las razones y cómo prevenirla en tu familia.
Este es un síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS) o el síndrome agudo respiratorio grave (SARS), que se provoca por virus de animales que mutan y acaban transmitiéndose a otros seres vivos.
¿POR QUÉ EL CORONAVIRUS AFECTA MÁS A LAS PERSONAS CON OBESIDAD?
Desde que esta pandemia comenzó, diferentes países comenzaron a reportar que las personas con obesidad tenía un riesgo mayor a tener una mala evolución del covid-19, por lo que es considerado como uno de los factores de riesgo ante el virus.
La inflamación que se produce por la obesidad afecta la respuesta del sistema inmune del cuerpo contra enfermedades infecciosas. de acuerdo con Mario Flores, Director de Vigilancia de la Nutrición del CINyS, esta condición, combinada con una mala alimentación puede hacer que una persona sea más vulnerable.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, indican que la obesidad severa, la cual se refiere a un índice de masa corporal mayor a 40, es un factor para que haya complicaciones en personas con covid-19. El exceso de grasa abdominal comprime el diafragma, lo que reduce la capacidad pulmonar y por lo tanto empeora la evolución de la enfermedad.
Otro de los factores alarmantes, además de que los niveles de obesidad en la población mexicana son bastante altos, estos suelen estar asociados a otros padecimientos como la diabetes y la hipertensión, los cuáles también son considerados como riesgosos ante el coronavirus.
Por ello los especialistas, recomiendan reducir el consumo de productos procesados, seguir una alimentación equilibrada, consultar a un especialista y practicar actividad física con regularidad desde casa.
La alimentación es clave para prevenir enfermedades como el coronavirus. Te compartimos hábitos saludables para evitar el contagio.
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CONSEJOS PARA TENER UNA BUENA ALIMENTACIÓN
- Aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales, legumbres y frutos secos.
- Reducir la ingesta de grasas.
- Sustituir las grasas saturadas por insaturadas.
- Reducir el consumo de azúcares.
- Hacer de 3 a 5 comidas al día.
- Cuidar los horarios de comidas y no saltárselas.
- Incluir los diferentes grupos alimenticios durante la dieta.
- Cocinar con métodos más saludables como horneado, al vapor, hervido o a la plancha.
- Mantener una buena hidratación durante todo el día.
- Preparar la comida en casa y elegir opciones saludables al hacer las compras.
- Cuidar las porciones que se comen diariamente.
- Consultar a un nutriólogo o especialista que pueda orientarte sobre las necesidades específicas que tiene tu cuerpo.
- Informarte sobre tu índice de masa corporal.
- Fomentar una buena alimentación y hábitos saludables en toda la familia.
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