Cuando hace calor o terminamos de hacer ejercicio, lo primero que pensamos es en beber algo para refrescarnos e hidratarnos. Sin embargo, no todas las bebidas cumplen ese propósito. De hecho, algunas que creemos que nos ayudan a reponer líquidos en realidad pueden causar el efecto contrario y deshidratarnos aún más. Aquí te explicamos, qué bebidas deshidratan y por qué es mejor moderar su consumo si lo que necesitas es hidratarte de verdad.
Jugos industrializados y bebidas azucaradas
Aunque parezcan inofensivos, los jugos envasados, néctares y refrescos contienen grandes cantidades de azúcar y, en algunos casos, sodio. Estos ingredientes hacen que el cuerpo necesite más agua para procesarlos, lo que reduce tu nivel de hidratación. Además, el alto contenido calórico y bajo aporte de nutrientes de estas bebidas no favorece la reposición de electrolitos ni la hidratación celular real.
Café en exceso
El café, en cantidades moderadas, puede tener beneficios. Sin embargo, tomarlo en exceso puede actuar como un diurético suave, es decir, aumenta la producción de orina y, con ello, la pérdida de líquidos. Si eres amante del café, no te preocupes: una o dos tazas al día no causarán un gran problema. Pero si consumes varias tazas sin tomar suficiente agua, podrías estar contribuyendo a tu deshidratación sin darte cuenta.
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Bebidas alcohólicas
El alcohol es uno de los mayores deshidratantes. Aunque una cerveza fría o una copa de vino parezcan refrescantes, el alcohol inhibe la hormona antidiurética, haciendo que el cuerpo elimine más agua a través de la orina. Por eso es común despertar con dolor de cabeza, boca seca y sed intensa después de beber en la noche; estos son signos clásicos de deshidratación. Si vas a beber, acompaña cada bebida alcohólica con un vaso de agua para contrarrestar ese efecto.
Bebidas energéticas o deportivas (con azúcar)
Muchas personas las consumen pensando que ayudan a reponer líquidos después del ejercicio. Pero no todas son iguales: muchas bebidas energéticas contienen azúcares añadidos, cafeína y otros estimulantes, lo que puede incrementar la pérdida de líquidos. Si haces ejercicio ligero o moderado, lo mejor sigue siendo el agua natural. Las bebidas deportivas solo son necesarias en actividades físicas muy intensas y prolongadas, y deben elegirse aquellas que contengan electrolitos sin exceso de azúcar.
¿Entonces qué debo tomar para hidratarme?
La mejor opción siempre será el agua simple. Si te cuesta tomarla sola, puedes añadirle unas gotas de limón, hojas de menta o rodajas de pepino para darle un toque de sabor. También puedes recurrir a agua de coco natural, infusiones sin cafeína o caldos claros. No todas las bebidas hidratan como crees. Evitar el exceso de azúcar, cafeína y alcohol es clave para mantener tu cuerpo bien hidratado.