¿Eres fan de las tlayudas? Debe saber que este platillo tradicional típico de la gastronomía mexicana tiene una particular historia que se relaciona con peculiar consistencia, a continuación te lo vamos a contar a detalle.
La tlayuda es una enorme tortilla de maíz, de unos 30 cm de diámetro aproximadamente, la cual se dora sobre un comal y se le colocan diversos ingredientes que elevan los sentidos.
Tiene una cubierta de frijoles negros, tasajo o carne seca enchilada, chorizo, quesillo, cecina y aguacate. Pero puedes encontrar propuestas con chapulines y escamoles, hasta mariscos.
Cuál es el origen de la tlayuda
La palabra tlayuda es una viene del adjetivo tlayudo, que significa ‘fuerte, correoso, resistente’. La (tortilla) tlayuda, por lo tanto, contrasta con la tortilla blanda y la tostada.
A finales del 1800, la palabra tlayuda se usaba para designar a una tortilla dura: “esta tortilla está tlayuda”, pero con el paso del tiempo, lo que ese pequeño defecto, se convirtió en una gran ventaja y característica del platillo que hoy en día es tan bien valorado en muchas partes del mundo.
Según El Universal Oaxaca, la tradición tlayudera nació hace al menos 60 años, el pueblo de San Antonio de la Cal, en los Valles Centrales de Oaxaca, en donde gran parte su economía se debe a tortear tortillas de gran tamaño en sus comales avivados por leña ardiente. Su producción es realizada por mujeres rurales, de la región San Antonio de la Cal, Oaxaca, ellas son las encargadas de preparar las tlayudas y llevarlas a la ciudad para venderlas.
En esa comunidad, considerada la tierra de la tlayuda, se hacen artesanalmente tortillas, blandas, que son de menor tamaño y de textura suave, mientras que las tlayudas son gruesas y con diámetros de hasta 50 centímetros.
Desde el 2010, las tlayudas forman parte de los platillos oaxaqueños declarados Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, y recientemente, fue reconocida como el platillo favorito de toda América Latina.