Todos hemos tenido un día difícil lleno de estrés en el que sólo queremos llegar a casa y comer lo primero que se nos venga a la mente: y seamos honestos, no son las verduras las que ocupan nuestra imaginación. Es claro que tenemos la necesidad de apapacharnos y darnos ciertos gustos, tales como una buena pizza, una rica hamburguesa o unas papas fritas. Pero esta necesidad de comer alimentos ricos en grasas va más allá de querer consentirnos. Una investigación señaló que el consumo de comida rápida podría estar relacionado con los altos niveles de estrés. ¿A qué se debe? Sigue leyendo. Te puede interesar: Los esposos “estresan” más a las mujeres que los hijos, ¿será?
El estrés y la comida rápida: una peligrosa combinación
Un estudio realizado por la Universidad de Washington y publicado en la revista Preventing Chronic Disease, asoció los niveles altos de estrés a una menor actividad física y a la costumbre de comer mientras se hacen otras actividades. La comida más accesible para una persona que está estresada es, por ende, la rápida, cuyo aporte calórico es bastante alto. Los malos hábitos alimenticios y vivir experiencias agobiantes reducen el aporte sanguíneo al tracto intestinal, que ocasiona una alteración de los movimientos peristálticos del intestino, ocasionando problemas como el estreñimiento. Estos problemas gastrointestinales provocan que nuestro malestar físico y mental aumente, provocando un círculo vicioso que va de la satisfacción a la ansiedad. No te pierdas: Top 10 de alimentos que causan más adicción: descubre qué tienen en común
¡Corta con el círculo!
Está en nuestras manos evitar caer en el círculo vicioso de la comida rápida y el estrés. Para evitarlo, te damos estos tips:
- Bebe mucha agua: ya sea que tengas antojo de comida rápida o empieces a sentirte estresado, tomar agua puede ayudarte a eliminar estas sensaciones.
- Come alimentos ricos en fibra: ayuda a tu intestino a “no estresarse” más. Consume frutas y verduras crudas. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!
- Respeta tus horarios de comida: no sólo se trata de comer a la hora indicada, si no de respetar el tiempo adecuado para comer. Hazlo con tranquilidad, sin prisas.
- Haz actividad física después de comer: ¿tienes una hora de comida? Tómate 10 o 15 minutos para estirarte y caminar.
Descubre más consejos e información para cuidar de tu salud y nutrición en Cocina Fácil