Si estás buscando mejorar tus hábitos alimenticios, te decimos cómo comer saludable en tan sólo ocho pasos, y consigue un cambio positivo en tu dieta.
Con sólo seguir estos hábitos alimenticios podrás hacer una gran diferencia en tu dieta. Empieza poco a poco a adoptarlos y en menos de lo que piensas, conseguirás un cambio muy positivo en tu alimentación. Si crees necesario cortar de tajo con tus malos hábitos e iniciar con una dieta sana, ¡calma! Empezar de cero es una visión que difícilmente tiene éxito a largo plazo. Te puede interesar: 41 ideas de recetas veganas para una dieta saludable Los expertos señalan que para adoptar costumbres nuevas, basta hacer cambios pequeños pero consistentes.
Te presentamos ocho básicos para mejorar tus hábitos alimenticios
MÁS FRUTAS Y VERDURAS
Incluye en cada comida una fruta y muchos vegetales. Según el Plato del Bien Comer, debemos consumir una tercera parte de nuestro plato sólo de verduras. En el desayuno prepara huevos con alguna verdura (ejotes, jitomate, espinacas), jugos de frutas naturales, ensalada de fruta con yogur o quesadillas con espinacas. Para comer, añade ensaladas y acompañamientos con jitomate, brócoli o espinacas. Entre más colores, mayor cantidad de vitaminas, minerales y fibra estarás agregando a tu dieta. En las cenas, consume avena con fruta picada o sándwiches con vegetales asados. Come frutas y verduras a media mañana y por la tarde.
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COME MÁS GRANOS ENTEROS
Cambia los panes, pastas, harinas y arroz de harinas refinadas (blancas) por sus versiones integrales o hechas con granos enteros. Lee la lista de ingredientes de los alimentos que compras y elige los que mencionan en primer lugar los granos enteros como trigo entero, arroz integral o avena. El amaranto y el centeno también son granos enteros. Incluye una porción de granos enteros en tus tres comidas principales.
CONSUME LÁCTEOS BAJOS EN GRASA
Tanto la leche entera como la baja en grasa (semi- descremada o light) aportan la misma cantidad de calcio y otros nutrimentos. ¿La diferencia? Estas últimas contienen menos calorías y grasas saturadas que las versiones enteras. Empieza a cambiar los lácteos enteros de tu refri por las variedades reducidas en grasa.
REDUCE LAS GRASAS
Acuérdate de esta regla: las grasas “malas” son sólidas (mantequilla, margarina, manteca), así que modérate con los pasteles, galletas, helados y postres, que las contienen. Te puede interesar: 5 alimentos desintoxicantes para purificar tu cuerpo Las pizzas y productos cárnicos procesados contienen grasas saturadas perjudiciales para tu salud. Consúmelos cuando mucho dos veces por semana.
PONLE VARIEDAD A TUS PROTEÍNAS
Incluye siempre una porción de proteína en tus tres comidas principales (en desayuno y cena puede ser huevo, yogur, queso o frijoles con arroz) y procura que tenga poca grasa. Las proteínas de origen animal suelen contener grasas saturadas que, cuando las consumes en grandes cantidades, pueden dañar tu corazón y en general tu salud cardiovascular. Te puede interesar: 26 alimentos con proteína y bajas en grasa que debes comer
Elige cortes de carne desgrasados, pollo sin piel (la pechuga es la parte menos grasosa), pechuga de pavo y prefiere pescados y mariscos, así como huevos y proteínas de origen vegetal como las leguminosas (frijoles, lentejas o garbanzos).
REENTRENA TU PALADAR PARA MEJORA TUS HÁBITOS ALIMENTICIOS
Aunque muchos niños no gustan de comer ciertos alimentos nutritivos porque “no les agrada” su sabor, los expertos afirman que en dos semanas es posible modificar las preferencias alimentarias ya que las papilas gustativas sí son maleables. Te puede interesar: La importancia de aprender a comer despacio Si en tu familia no son amantes de los vegetales y los alimentos saludables (como el brócoli), introdúcelos en la dieta con recetas nuevas. Poco a poco se reentrenará, de manera sutil, el paladar de tu familia y podrás cambiarles alimentos procesados por platillos mucho más saludables.
CUÍDATE DEL SODIO
La ingesta diaria de sodio recomendada es de 2,300 miligramos para adultos, pero en promedio consumimos más de 3,500. Evítalo. En el supermercado, prefiere productos con etiquetas como “bajo en sodio” o “sin sal añadida”; quita el salero de la mesa y utiliza más hierbas de olor.
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TOMA MÁS AGUA Y LIMITA EL AZÚCAR
En vez de refresco, toma agua de frutas con poca o sin azúcar. Te puede interesar: Endulzantes para una dieta saludable Reedúcate: mezcla la mitad de azúcar, luego menos y así redúcela hasta que la hayas eliminado. En menos de 30 días verás que el agua fresca no te sabe nada mal sin azúcar. Mientras, endulza con edulcorantes artificiales y deja los refrescos para ocasiones especiales. No olvides tomar más agua natural, al menos litro y medio diariamente.
Antes de irte: Tu guía para comer mejor y tener una vida más saludable este año, ¡renuévate! Si comienzas poco a poco, modificarás pronto tus hábitos.