Hemos escuchado muchas veces que hay que evitar las harinas refinadas y los productos que las contienen. Pero, ¿sabes exactamente cómo afectan tu organismo? Sigue leyendo y descubre cuáles son sus efectos. Te puede interesar: Qué es la masa madre y cómo puedes prepararla
¿Qué son las harinas refinadas?
Estas provienen del germen de los cereales germinados, que es la parte reproductiva del grano que se convierte en una planta, el salvado. Esta es una dura capa exterior que brinda protección contra depredadores y el endospermo, que es la porción almidonada que se halla en el interior del grano. Con la aparición del molino y el rodillo, se logró moler los cereales y convertirlos en un polvo altamente refinado. Este, con el paso del tiempo, se ha ido perfeccionando y facilitando el refinamiento de la harina, como por ejemplo, separar el endospermo y eliminar el salvado y el germen para aumentar su vida útil. Sin embargo, esto terminó afectando la calidad nutritiva del producto, provocando las siguientes consecuencias:
FALTA DE NUTRIENTES
El proceso de refinación provoca una pérdida de fibra dietética, vitaminas como la B y la E, y minerales, como hierro o magnesio, empobreciendo el aporte nutricional de los cereales integrales.
QUÍMICOS DAÑINOS
Durante el proceso del refinado, se utilizan diversos productos químicos como el cloro gaseoso, que se usa como blanqueador y espesante que se asoció con el aumento del riesgo de diabetes. También incluye el bromato de potasio, una sal química que se usa para estabilizar el gluten, que se vincula con alteraciones de la tiroides.
OBESIDAD
El consumo regular de harinas refinadas promueve la inflamación causada por las bacterias del intestino, que provoca disfunción metabólica y aumento de peso. Según estudios, las harinas refinadas también son responsables de un mayor riesgo de obesidad, pues afectan la oxidación de la grasa, que es el proceso por el cual el cuerpo las consume. Te interesa: ¿Por qué el coronavirus afecta más a las personas con obesidad?
DIABETES
Al utilizar sólo el endospermo para aumentar la vida útil de los productos, estas harinas muestran una alta cantidad de almidón que, ante la falta de fibra, favorece la concentración de azúcar en la sangre. Con el paso del tiempo, estos efectos pueden desencadenar enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2.
PROBLEMAS DEL CORAZÓN
Los carbohidratos refinados actúan como azúcar en el organismo, y cuando su consumo es alto, afectan la relación entre la insulina y la glucosa. Según investigaciones, esto puede aumentar el riesgo de problemas cardiacos, como la hipertensión.
DAÑOS COGNITIVOS
El consumo de harinas refinadas provocan hiperglucemia y resistencia a la insulina y, aunado a esto, probabilidad de sufrir deterioro cognitivo, que puede desencadenar enfermedades como Alzheimer o Parkinson. Otro problema que pueden ocasionar las harinas refinadas es la afectación de la plasticidad sináptica; es decir, la capacidad para aprender y/o memorizar.
ADICCIÓN
Muchos productos derivados de las harinas refinadas (panes, pasteles o galletas) desencadenan una especie de adicción, empujando a un consumo que va más allá de cubrir la necesidad energética del cuerpo. Descubre más información para cuidar de tu salud y nutrición en Cocina Fácil Suscríbete a tus revistas favoritas en tususcripcion.com