Cuando hablamos de pasta, muchas opiniones a favor y en contra suelen surgir con respecto a esta, ya que, a lo largo de los años, este delicioso alimento siempre ha sido considerado uno de los principales causantes de engorde en el mundo, pero, ¿será esto realidad?
Desde hace mucho tiempo se ha creído que la pasta engorda, esto gracias a que el alimento es hecho a base de harina y aseguran que no es otra cosa más que almidón, la buena noticia es que llegó la hora de desmentir este mito que la ha perseguido por muchos años.
Un estudio realizado en Italia, donde participaron 23,000 ciudadanos, los investigadores encontraron que la gente que comió la mayor cantidad de pasta tuvo menor índice de masa corporal y mediciones de cintura más saludables, en comparación con la gente que comió menos, pero esta también depende de varios factores.
Las pastas alimenticias de calidad superior se elaboran exclusivamente con sémola de trigo duro, el más rico de los cereales, por lo que 100 g de pasta aportan aproximadamente 350 calorías, 74 g de hidratos de carbono, minerales y vitaminas. 100 g de pasta contienen menos de 1 g de grasa, pero uno de los principales factores que alteran su composición y son las verdaderas responsables del engorde es todo aquello con lo que se mezcla o condimenta, principalmente el queso.
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Valor nutricional de la sémola de trigo duro
- 74 g de hidratos de carbono
- 12 g de proteínas
- 0,75 g de grasas
- 0,80 g de minerales
- 0,45 g de celulosa
- 12 g de agua
- Total calorías 350
- Minerales: fósforo, magnesio, calcio, hierro, potasio, sodio
- Vitaminas: pro-vitamina A, vitamina B1, B2, B6, PP y E
¿Cuántos carbohidratos contiene la pasta?
100 g de pasta contiene, como máximo, 75 g de hidratos de carbono, estos proporcionan aproximadamente 300 calorías, lo que se traduce como el 15% de la cantidad que el cuerpo de una persona que desarrolle actividad normal y practica algo de ejercicio necesita.
Una persona puede comer hasta 100 g de pasta diarios sin temor a engordar, pero este resultado sólo es posible cuando la pasta se come sola, natural, es decir, sin ningún condimento o salsa que contenga grasas en exceso, ya que su valor calórico es muy superior y entonces sí, olvídate de no tener un aumento de peso.
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El gluten de la pasta de sacia
La pasta de trigo duro posee un alto porcentaje de gluten, lo que se traduce en un alto poder saciante, además, la celulosa que contiene favorece el tránsito intestinal y si este alimento es combinado con otros grandemente benéficos como salsa de tomate, cebolla, apio o zanahoria, el platillo se convierte super saciante y te evita estar picando a cada rato. Un plus, evita el estreñimiento.
Cómo puedes ver, la pasta, sobretodo la de sémola de trigo duro, para nada provocan sobrepeso, el principal causante de que esto ocurra es todo aquello con lo que se condimenta, mezcla o preparla, principalmente el queso. ¡La pasta NO engorda!
