Aunque a menudo se les considera una fruta, los higos son en realidad un tipo de flor. Su “fruto” se forma a partir de una inflorescencia cerrada que alberga cientos de minúsculas flores unisexuales.
Los higos son una fuente rica de componentes bioactivos. Contienen una gran variedad de vitaminas, minerales, ácidos orgánicos, aminoácidos y fibras dietéticas. Además, poseen una amplia gama de componentes fitoquímicos, incluyendo carotenoides y compuestos polifenólicos.
De acuerdo con un documento de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que forman parte del Departamento de Salud de Estados Unidos, la química de los pigmentos de los higos ha sido objeto de varios estudios. Las antocianinas, los flavonoles y los carotenoides son los principales compuestos que aportan color a esta flor, porque eso son en realidad.
Beneficios de los higos en la salud de la mujer
- Favorecen la salud sexual: Los higos contribuyen a una buena salud sexual femenina gracias a su combinación de vitaminas y minerales. Además, indica PharmEasy, su contenido de potasio favorece la salud del corazón, esencial para mantener una circulación óptima y el bienestar reproductivo general.
- En el embarazo: Los higos ofrecen beneficios invaluables para la salud de la mujer, como durante su etapa reproductiva. En el embarazo, el alto contenido de hierro ayuda a prevenir la anemia, y la fibra ayuda a la digestión.
- Control del estrés: Los higos contienen magnesio, un mineral que desempeña un papel en el mejor manejo del estrés y ayuda a mejorar el estado de ánimo.
- Favorece el cuidado de la piel: La presencia de antioxidantes en los higos contribuye a combatir los radicales libres, ayudando a mantener la piel saludable y a prevenir el envejecimiento prematuro.
En comparación con otras frutas comunes, los higos tienen el mayor contenido de minerales. Son una interesante fuente de potasio, calcio, sodio, magnesio y fósforo. También contienen oligoelementos como hierro, manganeso, zinc, cobre, níquel y estroncio.
Dado que los higos frescos son altamente perecederos, suelen procesarse de diversas formas. Se pueden secar y preparar en mermeladas, jugos y conservas, entre otros. El secado es el método de conservación más comúnmente utilizado.