¿Sigues sin poder bajar de peso? Antes de seguir con el pánico y el estrés por no estar perdiendo el peso que deseas, toma en cuenta que en la mayoría de los casos, se cometen errores que, aunque parecen insignificantes, tienen una gran influencia en el resultado cuando subes a la báscula.
1. Piensa si tu objetivo de pérdida de peso es realista
Cada persona tiene una morfología determinada y, por lo tanto, tu objetivo debe ajustarse a la estructura natural de tu cuerpo. No pretendas pesar 40 kilos si mides 1.60 metros de estatura. Por otro lado, no puedes obsesionarte con un peso que jamás has logrado alcanzar o mantener. Tampoco se trata de proponer metas mediocres, sino realistas y sobre todo saludables.
Un objetivo de este tipo sería alcanzar el peso más bajo que has logrado mantener en los últimos 5 o 10 años. Si tienes mucho sobrepeso tu primera meta no debe ser más de un 10% de tu peso actual. No parece mucho, pero si lo logras te verás mejor, tendrás más confianza en ti misma, te sentirás con energía y estarás lista para fijarte la siguiente meta.
Con un objetivo razonable será menos probable que te desanimes y abandones tu plan de alimentos en corto plazo. Acude con un nutriólogo para que te oriente.
2. ¿En cuánto tiempo pretendes alcanzar tu meta?
Considera que no subiste 15 kilos en un mes o dos. Debes reflexionar y ser consciente al respecto para no desalentarte en el camino.
3. ¿Qué estás haciendo para bajar de peso?
La mayoría de las personas inicia con una dieta muy estricta y con un plan de ejercicios tan extenuante que nadie aguanta más de una semana en el intento. Las dietas ‘milagrosas’, con poca variedad de alimentos o monótonas, NO son la mejor opción para lograr tus objetivos, ni siquiera para tu salud.
4. ¿Cuál es tu concepto de ‘dieta’?
Es cierto que las dietas de reducción de peso que conocemos como ‘mágicas’ son bastante estrictas pues suprimen muchos alimentos o un grupo alimentario específico. Apegarse a ellas resulta difícil y hace que inconscientemente se tome una actitud negativa. Lo cierto es que estas dietas ‘milagrosas’ no promueven el cambio de hábitos alimenticios y una vez que se regresa a los hábitos de costumbre, se recupera el peso perdido, si no es que más (el llamado ‘rebote’).
Ponerte a ‘dieta’ significa comer sano y aprender a elegir los alimentos que te ayudarán a lograr tus objetivos, pero lo más importante, a reeducar tu manera de comer para lograr mantener un peso saludable. Busca la asesoría de un profesional de la salud que diseñe un plan de alimentos adecuado a tu estilo de vida y circunstancias particulares.
5. ¿Te mueres de hambre?
Mientras lleves la dieta es primordial que te sientas bien y cómoda. No debes pasar hambre ni sentirte o verte mal físicamente, ya que ante la mínima provocación reaccionarás dándote un ‘atracón’ con el posterior sentimiento de culpabilidad por no poder continuar con el plan.
Si ya te decidiste a visitar al nutriólogo es importante que estés convencida y respetes al pie de la letra el régimen de alimentos que fue diseñado de acuerdo con tus necesidades y estilo de vida, de otro modo no verás los resultados esperados.
En términos generales, un plan alimentario o ‘dieta’ indica el tipo y cantidad de comida y bebidas que debes consumir por día, así como los horarios o veces al día que debes hacerlo. Comer más de lo recomendado (aunque aparezca en tu plan de alimentos) seguramente impedirá que bajes de peso. No es lo mismo comer una fruta, una barra de cereal o queso panela sólo cuando lo indica tu menú, que ingerirlos cada vez que sientas hambre. Tampoco es igual 90 g de pollo que 120 g.
Consulta con tu nutriólogo antes de incluir en tu menú y por decision propia, bebidas o alimentos ‘light’. Esta palabra significa que el producto tiene menos calorías que el mismo alimento convencional, pero, ¡cuidado!, puede no contener azúcar, pero sí mucha grasa o viceversa.
6. ¿Haces ejercicio?
Caminar 20 minutos a paso de tortuga ¡no es suficiente! Debes tomar en serio el ejercicio porque es la parte de la estrategia para bajar de peso que te hará perder más calorías y mantener tu masa muscular.
Para quitarte esos ‘kilitos’ extras debes hacer dos cosas:
1) Comer menos cantidad de lo habitual e incluir alimentos sanos y equilibrados.
2) Volverte mucho más activo físicamente.
7. ¿Cuál es el secreto de bajar de peso y mantenerte?
Para tener éxito en alcanzar tu meta de peso, cambia tu entorno alimentario y practica alguna actividad deportiva. Procura comprar alimentos sanos, ten orden en tus horarios de comida, planea tus menús, cocina de manera saludable y saca de tu alacena esas ‘tentaciones’.
Y para finalizar…
El motivo esencial por el que las personas fracasan rápidamente al tratar de bajar de peso es que hacen cambios drásticos e insostenibles en su alimentación o estilo de vida.
Llevar una dieta para bajar de peso es un proceso donde se requiere mucha paciencia pero sobre todo, voluntad. En el camino, puedes aprender a leer las etiquetas de los alimentos, a ser más activa, a hacer compras de manera inteligente y a llenar tu alacena con productos saludables. Probablemente necesitarás algunos intentos y fracasos para saber lo que funciona para ti, pero una vez que lo descubras lograrás alcanzar tu objetivo de peso ideal y, lo más importante, sabrás mantenerlo y te sentirás bien con tu nueva imagen saludable.