Las fresas aportan vitaminas, minerales y también un delicioso sabor, sin embargo, antes de consumirlas hay lavarlas muy bien para evitar que tengan parásitos, bacterias y químicos.
Sin embargo, los especialistas recomiendan no quitar los tallos a las fresas antes de lavarlas por una poderosa razón de salud.
¿Por qué no se le debe quitar los tallos a las fresas antes de lavarlas?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las fresas son productos agrícolas, es decir que crecen en la tierra, esto significa que están expuestas a pesticidas, agua tratada, bacterias, parásitos, entre otros.
Por lo tanto, no se debe quitar el tallo antes de lavarlas porque si se hace todas esas sustancias nocivas y los microbios van a entrar a la parte interna de la fresa.
Por eso, lo que se recomienda para lavarlas correctamente es colocarlas en abundante agua y remojarlas por un tiempo y posteriormente sacarlas del agua hasta que se les haya removido la tierra, luego ponerlas en un recipiente con agua limpia y desinfectante para matar las bacterias. Luego hay que enjuagarlas con abundante agua hasta que queden completamente limpias.
En seguida hay que esperar a que se les quite el exceso de agua y en este punto ya le pueden quitar los tallos.
Para almacenarlas, una vez que estén secas, en un recipiente con tapa ponle servilletas absorbentes y coloca encimas las fresas y luego cúbrelas con más papel. Después tapa y mételas al refrigerado.
Y es que esto hará que las fresas duren más tiempo, ya que lo provoca que esta fruta se eche a perder es la humedad.
Así, conservada, se pueden hacer deliciosas recetas o licuados de fresa que aportarán las propiedades de la fruta, por ejemplo, es rica en vitamina C, fibra, antioxidantes y fitonutrientes como los flavonoides y antocianinas.