Los kiwis, aunque no forman parte de las frutas de mayor cultivo en México, su sabor y su valor nutricional lo hacen muy especial y su presencia cada vez es más frecuente en las tiendas y en los mercados locales.
A medida que el clima se siente más gélido, las enfermedades respiratorias se hacen más comunes pero, afortunadamente, con una buena dieta cargada de alimentos ricos en vitamina C, el sistema inmunológico se fortalece para hacerle frente a los males, y el kiwi es una gran opción.
Además de que se puede comer en ensaladas de vegetales y de frutas, el kiwi es versátil y delicioso en batidos y en postres que destacan su sabor un poco ácido y su tono verde intenso.
Los beneficios de comer kiwi
Además de ser una de las frutas más ricas en vitamina C, el kiwi contiene fibra dietética, por su poco sabor dulce es bajo en calorías y también proporciona potasio, magnesio, hierro, folato, vitamina A, vitamina E y vitamina K. Por si fuera poco, el kiwi contiene cobre, que es un mineral importante para la construcción de la estructura del colágeno, sumado a otras encimas.
Y ahora que el dormir es un tema que muchos importa, es preciso decir que el kiwi beneficia la calidad de sueño por sus aportes de serotonina si se consume durante cuatro semanas seguidas, según un estudio.
Si hablamos de su semillas, éstas son ricas en ácidos grasos esenciales, especialmente del ácido alfa-linolénico, precursor del Omega 3.
¿Cómo se come el kiwi con o sin cáscara?
Existen diferentes tipos de kiwi y el más común es el que tiene la piel peluda, sin embargo, debido a su apariencia y a su textura, muchas veces es rechazada, ¡pero deberías comerla igual que lo haces con las manzanas!
La piel o cáscara del kiwi, independientemente de su especie, si se consume, aumenta casi un 50% la ingesta de fibra que si se come sin ella, además, se calcula que tiene tres veces más antioxidantes que la pulpa en sí, entre ellos, polifenoles, que ayudan a combatir la inflamación del cuerpo.
Sin embargo, las personas que padecen de cálculos renales no deberían comer la piel del kiwi debido a su alto nivel de oxalatos. “Lo que puede aumentar la posibilidad de desarrollar cálculos renales en personas con antecedentes de ellos”, dijo la nutrióloga Gillian Culbertson a Cleveland Clinic. “Pueden mezclarse con el calcio del cuerpo, lo que impide que se absorba adecuadamente y puede provocar que se formen cristales de oxalato en los riñones y las articulaciones. Esto puede provocar cálculos renales o gota”.