La dieta del feng shui puede convertirse en la clave que necesitas para cuidar tu alimentación y darle un giro más saludable.
La dieta del feng shui se puede analizar desde dos perspectivas: como una clasificación de alimentos opuestos, pero complementarios, y la relación que tenemos con nuestros alimentos y la forma en que éstos están distribuidos en la cocina. Pero vayamos por partes para definir cada uno de los conceptos hasta llegar a la idea central de este texto.
Qué es el feng shui
El feng shui es una filosofía china que data de hace más de 3 mil años. Su objetivo es crear un equilibrio de la energía en el ser humano a través del acomodo de los objetos en los espacios físicos. Esta forma de vida y pensamiento se aplica para crear un bienestar en todas las áreas de la vida: lo familiar, lo profesional, la salud e incluso en las finanzas personales. En el Zhang Shu o Libro de los Sepulcros encontramos la siguiente definición del feng shui:
Cuando el Chi cabalga el viento se dispersa, cuando alcanza el agua, se detiene. Los antiguos podían concentrar el Chi y evitar que se dispersase, podían moverlo y detenerlo. Por eso lo llamaron Feng shui.”
Qué es la dieta del feng shui
La dieta del feng shui busca la correcta alimentación de las personas a través de la combinación de alimentos de distintos orígenes. Cuando éstos se combinan, le dan a nuestro organismo los nutrientes necesarios para su salud. Según las teorías del Feng shui, los alimentos se dividen en dos grupos: alimentos yin y alimentos yang. El yin representa lo femenino, la oscuridad y la noche; por su parte, el yang es todo lo masculino, la luz y el calor. Alimentos yin Se distinguen por ser de colores oscuros, suaves y relacionados con la humedad. Son alimentos fríos y refrescantes porque contienen líquido y sabores dulces. Ejemplo de ello son pescados, algas, setas, raíces, tubérculos, remolacha, limón, pomelo, plátano, tomate, sandía, calabaza, pepino, espinacas, lechuga, cerdo, pato y conejo. RECOMENDADO: 8 Pasos para atraer la pasión a tu recámara con Feng Shui
Alimentos yang Estos se identifican por sus colores claros y porque crecen expuestos al sol y la tierra. Generan calor y son ricos en grasas y proteínas. Ejemplos de alimentos yang son perejil, ajo, albahaca, huevos, canela, soja, puerro, pollo, cordero, gambas, melocotones, carnes rojas, mariscos, quesos curados y un largo etcétera.
Entre ellos hay una serie de alimentos calificados como neutros, como el arroz o las pastas. La dieta del feng shui busca que las personas combinen los alimentos de origen yin y yang con un poco de los neutros. De esa forma, la dieta resulta balanceada, completa y nutritiva.
La distribución de la comida: fundamental para alinearte a una dieta sana
Brian Wansink es uno de los grandes expertos en la dieta del feng shui. Este estudioso afirma que la manera en que los alimentos están distribuidos en la cocina incide en los hábitos que tenemos al comer. “Esta teoría trata sobre cambiar el ambiente en el que comemos, lo que yo llamo ‘radio de comida’, de manera que tú, tus hijos y hasta tus vecinos comerán menos y mejor”, afirma.
Algunos de los consejos que debes tomar en cuenta son:
Acomoda las compras de inmediato. Cuando llegues a tu cocina después de hacer el súper, guarda la comida de inmediato. Así evitarás esos antojos a deshoras que pueden provocar que subas de peso. Guarda los alimentos altos en calorías. En lugar de tener expuestos los alimentos con altas calorías, deja sobre la mesa frutas o snacks saludables. De esa manera, estarás alimentándote con algo más sano. Guarda las botellas de agua en el refrigerador y los refrescos fuera. Almacena botellas de agua en el refrigerador en los días calurosos. De esa manera, estarás bebiéndolas en lugar de los refrescos tibios que dejes en la parte externa. Como puedes ver, una cocina donde sobresalgan los alimentos saludables puede ser la clave para que logres llegar a tu peso ideal. TAMBIÉN LEE: La extraña relación que hay entre las brujas y la creación de la cerveza Beneficios y usos de la planta vaporub