La salmonella es una infección que se contagia cuando se consume agua o alimentos contaminados con heces de animales infectados, como aves, cerdos, vacas o reptiles.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los alimentos contaminados con Salmonella o con otros microbios dañinos tienen una apariencia, un sabor y un olor normales.
Los alimentos que pueden tener salmonella son carnes de pollo, pavo, res y cerdo, huevos, frutas, germinados, otras verduras e incluso alimentos procesados, como mantequillas de nueces, pasteles de carne congelados y platos de pollo relleno.
¿Cuáles son los síntomas de la salmonella?
Los síntomas de la infección por salmonella pueden incluir diarrea, fiebre, cólicos abdominales, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y sangre en las heces. Estos síntomas suelen aparecer entre 6 horas y 6 días después de la exposición y duran de unos pocos días a una semana.
La mayoría de las personas se recuperan de la infección por salmonella sin tratamiento específico, pero algunas pueden desarrollar complicaciones como deshidratación, infección en el torrente sanguíneo, artritis reactiva o síndrome urémico hemolítico.
La infección por salmonella se diagnostica mediante el análisis de una muestra de heces o de sangre en un laboratorio. El tratamiento puede incluir la reposición de líquidos y electrolitos, y el uso de antibióticos en casos graves o de riesgo.
¿Cómo prevenir la salmonella?
Se puede prevenir mediante la adopción de medidas de higiene personal y alimentaria, como lavarse las manos antes y después de manipular alimentos, cocinar bien los alimentos de origen animal, evitar el consumo de leche o huevos crudos o poco cocidos, y lavar bien las frutas y verduras.
También se puede evitar mediante la vacunación contra la fiebre tifoidea, una forma de salmonella que se transmite por el agua o los alimentos contaminados con heces humanas. La vacuna se recomienda para las personas que viajan a zonas de alto riesgo o que tienen contacto con personas infectadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad causa anualmente decenas de millones de casos y más de cien mil muertes en el mundo.