El Día de la Candelaria es la oportunidad perfecta para disfrutar de tus tamales favoritos, ya sean de dulce, salados, de rajas o estilo oaxaqueño, no importa, durante esta fecha (y prácticamente cualquier día) resulta una gran idea consentir a tu paladar con este platillo típico mexicano pero, ¿te ha pasado que al abrir tu tamal te das cuenta que sigue crudo? Seguramente la respuesta es un doloroso sí, y ante eso, ¿qué es lo mejor que se puede hacer con el alimento? Aquí te contamos la respuesta.
Aunque existen muchas creencias respecto a lo que puede ocurrirle a tu cuerpo si consumes alimentos preparados con masa cruda, la realidad es que los especialistas tienen una postura muy clara en ese tema.
¿Es malo comerse un tamal crudo?
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de enfermedades, aunque la harina no parece ser un alimento crudo, la mayoría lo es. Esto quiere decir que no han sido procesadas para eliminar los microbios que causan las intoxicaciones alimentarias, como la Escherichia coli.
Los síntomas de esta infección van desde cólicos estomacales que pueden ser intensos hasta diarrea y vómitos. Las personas por lo general se enferman 3 o 4 días después de haber ingerido los microbios y se recuperan en una semana. Sin embargo, algunos cuantos podrían desarrollar problemas más graves de salud.
Entonces, si optas por comer tu tamal con la masa cruda o sin cocer totalmente, podrías ingerir microorganismo capaces de generar malestar estomacal, los cuales se eliminan con el simple hecho de cocinar perfectamente bien la masa.
El truco para identificar un tamal bien cocido
Para saber si la masa de los tamales está en su punto, lo único que debes hacer es tomar un trocito y hacerlo bolita, luego introducirlo en un vaso con agua y, si la masa flota es que ya está bien cocido, si se hunde, quiere decir que ese tamal está crudo.