El refresco es una bebida carbonatada y no carbonatada que generalmente es muy dulce y se consume frías para saciar la sed o como un placer refrescante.
Estas bebidas suelen contener agua carbonatada, azúcar u otro edulcorante, y saborizantes naturales o artificiales.
Los refrescos carbonatados, también conocidos como gaseosas contienen dióxido de carbono disuelto, lo que les proporciona burbujas y efervescencia. Algunos tipos de refrescos carbonatados incluyen la cola, la limonada, la naranjada y el refresco de jengibre.
Aunque son muy populares, su consumo excesivo puede traer consecuencias negativas para la salud y a continuación te vamos a contar todo lo que debes saber al respecto.
¿Qué pasa si tomas refresco todos los días?
De acuerdo con HuffPost, asegura que lo primero que podrías experimentar si tomas refresco a diario es un aumento en tu energía debido a la cafeína y el azúcar, sin embargo la energía de los refrescos dura poco y eventualmente tu energía caerá en picado.
Por otro lado, la ingesta diaria de refresco también afecta al intestino de inmediato, algunas personas suelen experimentar hinchazón y gases debido a la carbonatación y el azúcar. Además también podrían sentir dolor abdominal, diarrea o estreñimiento con regularidad.
Otra probabilidad alta al tomar gaseosas a diario es el aumento de peso, en particular en la zona abdominal. Por otro lado, el azúcar presente en los refrescos puede contribuir a la caries dental y al deterioro de la salud bucal si no se controla adecuadamente. Además, los refrescos ácidos y carbonatados pueden erosionar el esmalte dental con el tiempo, lo que puede aumentar el riesgo de caries y sensibilidad dental.
A largo plazo tomar refresco diario, según los especialistas, aumenta el riesgo de enfermedades como el síndrome metabólico , enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, cáncer de mama, enfermedades renales, presión arterial alta y colesterol alto.