El agua es el líquido vital por excelencia, sin embargo, no toda es potable ni apta para el consumo humano, por eso debes saber que si por accidente tomas agua contaminada es importante que adoptes medidas para evitar problemas mayores de salud.
Beber agua contaminada puede tener graves consecuencias, desde enfermedades leves hasta problemas de salud crónicos e incluso la muerte.
La OMS señala que el agua contaminada y el saneamiento deficiente contribuyen a la transmisión de enfermedades como el cólera, enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Los riesgos específicos dependen del tipo de contaminante presente en el agua. Algunos de los contaminantes más comunes y sus efectos potenciales son:
- Microorganismos patógenos: bacterias, virus y parásitos que pueden causar enfermedades diarreicas, como cólera, disentería, fiebre tifoidea y giardiasis. Estos patógenos pueden provocar diarrea, vómitos, fiebre, dolor abdominal y deshidratación. En casos graves, pueden provocar insuficiencia renal, shock e incluso la muerte.
- Productos químicos: los nitratos, pesticidas y arsénico, pueden provocar una variedad de problemas de salud a largo plazo, como cáncer, enfermedades neurológicas y problemas de desarrollo en niños.
- Metales pesados: como plomo, mercurio y cadmio, pueden dañar el sistema nervioso, los riñones, el hígado y otros órganos.
La gravedad de los efectos también depende de la cantidad de agua contaminada que se beba y de la salud general de la persona. Los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y las personas con sistemas inmunodeprimidos son más propensos a sufrir complicaciones graves por beber agua contaminada.
Si crees que has bebido agua contaminada, es importante buscar atención médica de inmediato, incluso si no tienes síntomas.
Consejos para evitar tomar agua contaminada
- Bebe agua purificada: si no estás seguro de si el agua es segura para beber, lo mejor es beber agua embotellada o purificada.
- Hierve el agua: si no tienes acceso a agua embotellada o purificada, puedes hervir el agua para matar la mayoría de los microorganismos patógenos. Hierve el agua durante al menos un minuto a fuego lento.
- Usa un filtro de agua: los filtros de agua domésticos pueden eliminar algunos contaminantes del agua, pero es importante elegir un filtro que esté certificado para eliminar los tipos de contaminantes que te preocupan.
- Lávate las manos con frecuencia: lávate las manos con jabón y agua limpia con frecuencia, especialmente antes de comer y después de usar el baño.
- Evita las aguas superficiales: no nades ni bebas de aguas superficiales, como ríos, lagos y arroyos, a menos que sepas que son seguras.