El estrés, la ansiedad y hasta la depresión, lamentablemente, se han vuelto más comunes en las personas en los últimos años, sin embargo, la comida puede ser un aliciente para disminuir estos estados y mejorar el ánimo y poder dormir bien.
El alimento que es esencial para ayudarte a dormir y combatir el estrés y la ansiedad es el magnesio, un mineral que participa en más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo humano, sin embargo, 80 por ciento de la población muestra deficiencias de este.
¿Cómo ayuda el magnesio a dormir bien y combatir la ansiedad y el estrés?
El magnesio tiene varios beneficios para la salud mental y el sueño. Por ejemplo, aumenta la liberación de ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor que induce la relajación y reduce la actividad nerviosa.
Ayuda a controlar el flujo de hormonas de estrés, como el cortisol y la adrenalina, que pueden causar ansiedad y alterar el sueño.
Asimismo, posee una propiedad antiinflamatoria, lo que puede reducir el estrés oxidativo y mejorar el estado de ánimo.
El magnesio elimina el desorden de los metales pesados, como el plomo y el mercurio, que pueden afectar negativamente al cerebro y al sistema nervioso. También aumenta los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad, y regular el receptor NMDA, que está implicado en la depresión. También contribuye a el aprendizaje, mejorar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo.
Alimentos en los que se encuentra el magnesio
Este mineral es tan importante para la salud que se tiene que consumir en diferentes alimentos. Aquí te dejamos la lista de la comida en la que se puede encontrar para que puedas dormir bien y evitar el estés:
- Semillas: como las de linaza, ajonjolí, calabaza o girasol.
- Frutos secos: como el cacahuate, el marañón, las almendras o las nueces.
- Cereales integrales: como el arroz integral, la avena, el trigo o el centeno.
- Legumbres: como los frijoles, las lentejas, los garbanzos o la soya.
- Verduras de hojas verdes: como la espinaca, la acelga, el berro o la lechuga.
- Frutas: como el plátano, el aguacate, el dátil o el higo.
- Chocolate: especialmente el chocolate negro o amargo, con más de 70% de cacao.
- Maíz: tanto el maíz fresco como el seco o el palomitas de maíz.
- Lácteos: como la leche, el yogur o el queso.