Es fácil que la idea de consumir comida congelada traiga consigo sentimientos negativos. Nos parece menos atractiva, menos fresca e incluso menos saludable; sin embargo, algunas autoridades en nutrición parecen opinar lo contrario. Existen varias razones para amar la comida congelada. Aquí te contamos 3 de ellas.
1. Es más nutritiva
Un estudio publicado en 2014, reveló que algunos alimentos tienen más nutrientes cuando están congelados que cuando están frescos. Al estudiar vegetales como el maíz y el frijol verde, y frutas como la mora azul, se descubrió que sus niveles de vitaminas aumentaron en estado de congelación. Esto se debe a que los productos se suelen congelar cuando están entrando a la madurez (un momento en que aún conservan la mayoría de sus nutrientes) y se mantienen intactos por largos periodos. En cambio, los alimentos frescos tienen más tiempo para perder estos beneficios.
2. Es más económica
No es ningún secreto que la comida congelada cueste menos que la fresca. Adquirirla frecuentemente puede significar un ahorro significativo, pues no sólo es más barata, sino que su duración es mucho mayor. Además, tienen un mejor balance costo-beneficio si los comparamos con algún platillo de comida rápida que podamos conseguir en un momento apresurado.
3. Es cómoda y fácil
Seamos honestos, hay días en los que cocinar no es el plan ideal y aunque haya preocupación sobre su conveniencia, antes de congelarse, los alimentos son preparados para que estén en las mejores condiciones posibles. Deben ser lavados y desinfectados, y algunos vegetales son pelados, precocidos y cortados antes de empaquetarse. Todo esto los vuelve fáciles de usar, pues muchos de los pasos necesarios para usarlos ya han sido cumplidos.