Cómo alimentarse sanamente
Sigue estos sencillos pasos para tener una alimentación más sana.
Para comer más frutas y verduras
En el desayuno, haz huevos con alguna verdura, por ejemplo, ejotes, jitomate o espinacas. Prepara jugos de frutas naturales y de temporada.
Las ensaladas de fruta son una súper opción. Puedes agregarle sólo un poco yogur, granola y miel natural.
Otra rica y sana opción son quesadillas de queso con champiñones o flor de calabaza.
En la comida, añade ensaladas y guarniciones con jitomate, brócoli, chayote o espinacas. Entre más colores, mejor.
Por la noche, consume avena con fruta picada o sándwiches con vegetales asados.
Come más granos enteros
Cambia los panes, pastas, harinas y arroz de harinas refinadas (blancas) por sus versiones integrales o hechas con granos enteros.
El amaranto y el centeno también son granos enteros. Incluye una porción de éstos en tus tres comidas principales.
Consume lácteos bajos en grasa
Tanto la leche entera como la baja en grasa (semidescremada o light) aportan la misma cantidad de calcio y otros nutrimentos. ¿La diferencia? Estas últimas contienen menos calorías y grasas saturadas que las versiones enteras.
Reduce las grasas
Las grasas “malas” son sólidas (mantequilla, margarina, manteca), así que modérate con los pasteles, galletas, helados y postres, que las contienen.
Las pizzas y productos cárnicos procesados contienen grasas saturadas perjudiciales para tu salud. Consúmelos cuando mucho dos veces por semana.
Ponle variedad a tus proteínas
Incluye una porción de proteína en tus tres comidas principales (en desayuno y cena puede ser huevo, yogur, queso o frijoles con arroz) y procura que tenga poca grasa.
Elige cortes de carne desgrasados, pollo sin piel (la pechuga es la parte menos grasosa), pechuga de pavo y prefiere pescados y mariscos, así como huevos y proteínas de origen vegetal como las leguminosas (frijoles, lentejas o garbanzos).