En la región de la Huasteca figura un personaje gastronómico difícil de ignorar por su sabor, pero más que nada, por su tamaño. Nos referimos al zacahuil, un tamal de grandes proporciones, el cual puede alimentar a una familia entera. El tamal zacahuil es el más grande que puedes encontrar en México, y tampoco hay uno de mayor tamaño en el mundo. Hoy te invitamos a conocer sus características y también su historia. Te puede interesar: Tacos: un ícono de México desde la época prehispánica
¿Qué es?
Su nombre proviene del náhuatl y significa “zacate” o “con sabor a zacate”. Este tamal gigante está hecho de masa de maíz martajada, una de sus características principales y que también lo hace diferente a otros tamales. La masa martajada proviene de un grano de maíz que se muele menos que la masa normal, dando una textura granulosa (como una especie de puré granuloso y espeso). No obstante, es el tamaño es lo que más llama la atención, pues llega a medir, en promedio, alrededor de 5 metros. Este delicioso tamal gigante se compone de, además de masa quebrada, de ingredientes como manteca de cerdo, chile, cascabel, chile chino y carne de cerdo o de guajolote. Para su elaboración, se incorporan técnicas culinarias mesoamericanas, como el nixtamal. y la cocción debajo de la tierra con piedras calientes y leña. La masa se envuelve en hojas de plátano, al igual que los tamales oaxaqueños, y se amarra perfectamente para evitar que la masa se desborde. En la huasteca veracruzana, es una tradición meterlo en la hornilla preparada para su elaboración a la 1 de la tarde, y se extrae hasta las 4 de la mañana del siguiente. Esto para que esté listo para el desayuno, ya sea de la familia o para vender sus porciones.
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Historia del zacahuil
Detrás del zacahuil hay una leyenda. Se cuenta que, cuando los conquistadores llegaron a la Huasteca, descubrieron que los pobladores elaboraban una “receta” para comerse a sus adversarios. Y es que la antropofagia era una práctica usual entre los mesoamericanos, y en la Huasteca era una costumbre comerse a los prisioneros de guerra, a los invasores e incluso a los abusadores de mujeres. Esta leyenda explicaría el gran tamaño de zacahuil. Sin embargo, existe también la versión de que este tamal se preparaba como una ofrenda a los dioses para agradecer las cosechas. Posterior a la Conquista, el zacahuil se siguió preparando con un “ligero” cambio de ingredientes, pues se empezó a preparar con carne de cerdo. Este tamal también es típico para servirse en las fiestas grandes, como los bautizos, XV años y bodas, como platillo principal o también para que los invitados cenen de forma deliciosa. ¿Y tú ya probaste el zacahuil? Sin duda, es uno de los tamales más sorprendentes de México.