¿Alguna vez te has preguntado cómo se crearon las tortas ahogadas? Aquí te contamos todo lo que sabemos al respecto, para que una vez que se te antojen, ¡prepares estas deliciosas culinarias en casa!
Las tortas ahogadas son un platillo típico de la gastronomía mexicana, cuyo origen se atribuye al estado de Jalisco y en particular a su capital, Guadalajara. La creación se remonta a principios del siglo XX, aproximadamente en la década de 1920.
Así fue como nacieron las tortas ahogadas
La historia detrás de las tortas ahogadas sugiere que fueron elaboradas como una respuesta creativa a la necesidad de un alimento económico pero muy sustancioso para los trabajadores de la construcción y las fábricas de la región.
Buscaban una receta que pudiera prepararse de manera rápida, que no costara mucho, que fuera del agrado de una gran cantidad de personas, pero, que al mismo tiempo, fuera lo suficientemente “pesado” para hacerle frente a las largas jornadas de trabajo.
Se piensa que un taquero llamado José “El Güero” Rodríguez, quien tenía su puesto de comida en la Plaza de los Mariachis en Guadalajara, inventó las tortas ahogadas. Según la leyenda, un cliente habitual que trabajaba en una fábrica cercana le pidió que sumergiera su torta en salsa de jitomate para ablandar el bolillo duro, en ese momento nació uno de los platillos típicos más representativos de esta región.
La popularidad de las tortas ahogadas creció rápidamente en la región de Jalisco y eventualmente se extendió a otras partes de México. El nombre “ahogadas” proviene de la acción de “ahogar” la torta en salsa de jitomate condimentada con chiles y especias.
Hoy en día, las tortas ahogadas son un platillo icónico de la gastronomía jalisciense y se pueden encontrar en muchos restaurantes y puestos de comida en todo México, así como en algunas partes de Estados Unidos y otros países donde existen comunidades mexicanas.