La sopa de arroz es una de las más populares en la cocina mexicana, pues va bien con prácticamente cualquier guisado, además es muy versátil y se puede preparar de muchas maneras. Es así como puedes cocinar arroz blanco, rojo, verde y un largo etcétera, sin embargo, sin importar la variación que elijas, una de las cosas que podría estropear la receta es que se bata, pero no te preocupes porque hoy te vamos a contar la manera de que esto no suceda.
¿Cuál es el secreto para que no se bata el arroz?
Existen varios consejos que resultan muy útiles para esta tarea, así que elige el que te resulte más cómodo:
Enjuaga el arroz: antes de ponerlo en la olla, asegúrate de enjuagar el arroz bajo agua fría para eliminar el exceso de almidón que puede hacer que se vuelva pegajoso.
Usa la proporción correcta de agua: sigue la proporción correcta de agua a arroz al cocinar. La cantidad de agua puede variar según el tipo de arroz, pero por regla general se usan 2 partes de agua por 1 parte de arroz.
No remuevas demasiado: luego de agregar el arroz al agua hirviendo, revuélvelo suavemente una vez para asegurarte de que no se pegue al fondo de la olla, pero evita revolverlo constantemente. Demasiado movimiento puede liberar el almidón y hacer que el arroz se vuelva pegajoso.
Controla el calor: cuando notes que el arroz haya alcanzado el punto de ebullición será momento de bajar la flama y cubrir la olla. Cocina el arroz a fuego lento y constante para que se cocine de manera uniforme sin agitarse demasiado.
Deja reposar después de cocinar: luego de que el arroz esté cocido, déjalo reposar tapado durante unos minutos. Esto permite que los granos de arroz se asienten y se vuelvan más firmes.