El pollo briseño es un plato tradicional de la cocina mexicana, específicamente de la región de Jalisco. Se caracteriza por su sabor rico y suave, y suele prepararse con pollo, papas, zanahorias y chiles jalapeños. En cuanto a su nombre, tiene una peculiar historia que aquí te vamos a contar.
Origen del pollo briseño
Se piensa que la historia del pollo briseño se remonta a las raíces culinarias del estado de Jalisco, región de donde es originario gracias a la combinación de ingredientes locales y técnicas de cocina tradicionales que han dado lugar a este delicioso platillo.
La palabra “briseño” hace referencia a la ciudad de Tepatitlán de Morelos, también conocida como “Tepa”, la cual es una localidad muy importante en el estado de Jalisco. El término “briseño” se utiliza para referirse a algo que tenga que ver con esta ciudad.
La tradicional receta del pollo briseño se ha transmitido de generación en generación en las familias de Jalisco, pasando de madres a hijas y de cocineros locales a aprendices, sin embargo, es posible encontrarlo en otras partes de la república gracias a su popularidad.
Aunque las recetas pueden variar ligeramente según la región o incluso según la familia que la prepare, los ingredientes principales suelen ser pollo, papas, zanahorias, chiles jalapeños, cebolla, ajo y tomate, cocinados en un caldo de pollo aromático.
El pollo briseño es apreciado por su sabor suave, además es muy rendidor así que es ideal para prepararse para familias grandes. Lo mejor es que sus ingredientes son simples y económicos. El pollo briseño es un platillo muy versátil que se puede servir en ocasiones especiales o de manera cotidiana.
A lo largo del tiempo, el pollo briseño ha pasado a formar parte de la identidad culinaria de Jalisco y se ha extendido a otras regiones de México, donde se aprecia su delicioso sabor y su arraigada tradición culinaria.
