Te contamos todo lo que necesitas saber sobre la flor de jamaica, desde para qué sirve hasta cómo puedes prepararla y añadirla en tus comidas.
Indiscutiblemente, la flor de jamaica es una de las plantas más famosas del mundo debido a las múltiples propiedades que se le atribuyen. Originaria de África, la flor también conocida como hibisco o roselle ha sido utilizada como sustituto del yute en la labor textil tradicional, endulzante y hasta colorante natural a lo largo de los años. Sin embargo, fueron los beneficios a la salud que generan algunos de los componentes lo que la establecieron al centro de la mesa en diversos países y culturas del mundo. Pero, ¿cuáles son esos beneficios? Aquí te contamos para qué sirve la flor de jamaica y cómo puedes prepararla en tu cocina.
Para qué sirve la flor de jamaica: beneficios y propiedades
Si bien, durante los primeros años de su cultivo y uso se le atribuyeron propiedades curativas casi milagrosas, estudios científicos han demostrado que el consumo de flor de jamaica podría tener varios efectos positivos en la salud de las personas.
Entre los beneficios comprobados de la flor de jamaica figuran reducir la presión arterial y el colesterol “malo” (colesterol LDL), gracias a su carga de antioxidantes y antiinflamatorios con efectos antihipertensivos; combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, al ser rica en compuestos bioactivos como vitamina C, antocianinas y ácido ascórbico; permitir la digestión, contribuir a la saciedad y aliviar el estreñimiento, debido a las propiedades diuréticas de la fibra; mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Además, investigaciones aseguran que algunos compuestos de la flor de jamaica pueden promover la eliminación de toxinas y líquidos innecesarios a través de la orina, combatir infecciones reprimiendo la actividad de bacterias, patógenos y microorganismos e inhibir la producción de ácidos grasos en el hígado, mejorando su funcionamiento y evitando la posibilidad de sufrir daño hepático.
Cómo se prepara la flor de jamaica
Al tener una consistencia versátil, la flor de jamaica se puede añadir a tus comidas con toda una variedad de preparaciones y recetas. Las más populares en el mundo son la tradicional agua de jamaica –un clásico proveniente de México–, infusiones y tés, mermeladas o salsas y como ingrediente en diversos platillos.
En agua
El agua de jamaica ha formado parte de las mesas de las familias mexicanas desde que la planta comenzó a cultivarse en nuestro territorio. Además de ser la forma más rica de prepararla, también es una de las más nutritivas y refrescantes.
En té
La preparación tradicional de la flor de jamaica es a través de tés o infusiones. En África, por ejemplo, una infusión de esta flor cargada de azúcar es una de las bebidas callejeras más populares. Algo similar sucede en el Caribe, donde se prepara para servir en las cenas navideñas (muy en el estilo del ponche en México o el eggnog en Estados Unidos y Reino Unido).
En comidas
Por supuesto, el sabor, color y consistencia de la flor de jamaica la vuelven un elemento irresistible de sumar a la preparación de platillos. En algunos países se hacen ensaladas con esta flor. También se pueden preparar tacos o tostadas de jamaica, así como emplearla como acompañante del arroz y el pescado.
En mermeladas y salsas
La flor de jamaica también puede ser utilizada en la preparación de alimentos dulces, como pasteles y mermeladas. Además, por el contraste que ofrece a lo picante, se le puede considerar un ingrediente atrevido en cualquier salsa.
Una vez que ya conoces para qué sirve la flor de jamaica y cómo puedes prepararla, ¿estás lista para sumarla a tus comidas?