Las tortas son una de las comidas callejeras más populares. Su éxito es tal que, a diferencia de otros platillos de comida mexicana, cada torta tiene un nombre diferente, debido a la diversidad de los ingredientes que pueden llevar: tal es el caso de la Cubana, la Macumba, y hasta tienen nombres de artistas como Thalía, Yuri, Tatiana y muchos más.
Sin embargo, entre este gran universo de tortas, hay tres muy tradicionales que llevan nombres de aves: la guajolota, el tecolote y la guacamaya. ¿Te has preguntado la razón? Hoy te contamos su historia.
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Tortas con nombres de aves: conoce sus historias
GUAJOLOTA
Existen varias versiones sobre cómo nació la guajolota o torta de tamal: se dice que unos ingenieros visitaron Tulancingo, Hidalgo, para instalar electricidad en una temporada decembrina.
Después de un largo rato trabajando, se acercaron muy hambrientos al puesto de comida de una señora a la que ya casi no le quedaba comida, por lo que se le ocurrió ofrecerles unas tortas rellenas de enchiladas.
A manera de broma, sus comensales le dijeron que eso era “su guajolote”, a falta del tradicional pavo navideño. Tiempo después, una joven que trabajaba en aquel puesto puso su propio negocio con unas tortas llamándolas guajolotes.
Otra versión cuenta que la guajolota nació en la ciudad de Puebla, pero se trataba de un pambazo con una enchilada dentro.
Alguna de estas versiones de platillos llegó a la Ciudad de México. Eso sí, no se sabe a quién se le ocurrió conjuntar un alimento proveniente del trigo, con uno hecho con base en maíz.
TECOLOTE
Los tecolotes son dos platillos en uno, conformado por los molletes gratinados con queso, más unos chilaquiles que pueden ser verdes o rojos.
Podría confundirse con una torta de chilaquil, salvo por un par de detalles: la torta no lleva queso gratinado, y el bolillo de los tecolotes se come en mitades, tal y como si estuvieras comiendo molletes. También suele acompañarse con pico de gallo, dependiendo del gusto de quien lo coma.
Además, pueden incluir otros aditamentos típicos de los chilaquiles: el pollo deshebrado, la cebolla fileteada y también crema y cilantro. Pero como ya te mencionamos, pueden ser ingredientes opcionales.
Este platillo surgió en uno de los restaurantes de la cadena Sanborns, que en honor a su mascota oficial (el tecolote) creó este desayuno que no tardó en tomar gran popularidad.
Por supuesto, ahora los tecolotes son parte del desayuno de muchas mesas mexicanas, y tú tampoco puedes dejar de probarlos. Así que, ponte el delantal y prepara esta rica receta que seguramente vas a amar.
GUACAMAYA
Una guacamaya es una torta que se compone sencillamente de un bolillo relleno de chicharrón con pico de gallo con limón, aunque con el paso del tiempo han pasado a variar los ingredientes.
De acuerdo con el sitio MDZ, su origen se remonta al año de 1952. Un joven solía juntarse con sus amigos para tomar en las calles de Centenario y Luis Bravo ( Ciudad de León Guanajuato), donde un señor vendía chicharrón y al cual, los lugareños conocían como Don Deme, o don Demetrio Nájera, para mayor formalidad.
Don Deme solía freír duritos y un joven solía comprarle un durito con bolillo y acompañarlo con un pico de gallo bastante picante. Cada vez que se enchilaba, le daba un trago a su tequila.
Después de haber tomado varios tragos, el joven empezó a hablar sin sentido, no se sabe si por el efecto del tequila, el picante o tal vez ambos. Un señor, que en ese momento se encontraba comprando en el puesto de don Deme, le dijo “Ya cállate, que pareces guacamaya”.
De ahí en adelante, la gente comenzó a pedirle a don Deme “una guacamaya”. Fue así como surgió esta comida típica.
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