¿Ya conocías el jabón de castilla? Este se elabora con aceite de oliva y, por tanto, es uno de los jabones más hidratantes que existen. Entre sus beneficios están nutrir y proteger las pieles más sensibles. Además, contribuye a una rápida cicatrización de heridas, además de ser un potente regenerador. Lo mejor de todo es que puedes hacer tu jabón casero. Hoy te decimos cómo prepararlo fácilmente. Te puede interesar: Aprende a hacer un jabón de bicarbonato para aclarar tu piel
Aprende a preparar un jabón de castilla líquido con aceite de oliva
INGREDIENTES
- 500 ml de aceite de oliva
- Potasa cáustica (hidróxido de potasio)
- Agua destilada
- Aceites esenciales de tu preferencia
- Agua potable
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INSTRUCCIONES
- En primer lugar, coloca una olla en el fuego a temperatura alta y vierte el aceite de oliva.
- Por otro lado, mezcla en un recipiente 150 ml de potasa cáustica con 500 ml de agua destilada.
- Agrega esta mezcla al aceite caliente en la olla y remueve todos los ingredientes con una batidora de mano a baja temperatura.
- Cuando obtengas una mezcla de consistencia pastosa, añade unos 120 mil de agua y sigue batiendo.
- Deja la mezcla en la olla cocinándose y comprueba su estado cada hora: si se separa, mezcla por un minuto con la batidora. La consistencia debe ser similar a un puré de manzana.
- Tras un par de horas, su consistencia debe ser parecida a la de la vaselina.
- Aparte, pon a hervir agua en una tetera y mezcla 60 ml del agua con 30 ml de la mezcla anterior. Revuelve con una cuchara y hasta que el jabón se disuelva por completo en el agua.
- Finalmente, agrega unas gotas de aceite esencial y coloca en un envase para que lo puedas usar.
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