El plátano es una de las frutas favoritas de muchos y es común que esté en nuestra dieta. Antes de comerlo, la mayoría pone especial atención en retirar las hebras blancas de los plátanos que quedan cuando retiramos la cáscara.
Estas hebras son un poco más duras que la pulpa del plátano y tienen un sabor diferente, esta podría ser la razón por la que muchos prefieren detenerse unos minutos para quitarla. Contrario a lo que se pensaría, estas no son parte de la cáscara, sino del fruto en sí.
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¿Qué son las hebras blancas de los plátanos?
Los plátanos son plantas vasculares, que cuentan con un sistema de vasos conductores que traslada alrededor de toda la fruta y la planta , el agua, los minerales y moléculas. Una función muy similar a la de nuestros vasos sanguíneos.
Este sistema, propio de diferentes plantas como la del plátano, están compuestos por las hebras blancas tan características de los bananos, aunque el término correcto para referirnos a ellas es ‘paquetes de floema’.
Los floemas están a lo largo de toda la fruta y son más evidentes cuando están maduros. Aunque habitualmente los desechamos, estos tienen un valor nutritivo importante que estaríamos dejando de lado, ya que trasladar nutrientes es una de sus funciones principales, además de suministrar agua y propiciar la comunicación celular.
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¿Qué pasa si te comes los floemas del plátano?
Los paquetes de floemas, o hebras blancas de los plátanos, no tienen ningún efecto perjudicial para la salud y el organismo. Como mencionamos anteriormente, al no consumirla, estamos desechando algunos nutrientes de la fruta.
La próxima vez que las encuentres en un plátano, ten en cuenta que son parte de la fruta. Aunque el sabor y la textura pueden ser un determinante para que decidas no consumirlas.
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