Qué comer a los 30 años
Al igual que cuando somos niñas, al llegar a la edad adulta es importante la alimentación para mantener una buena salud en esta etapa de la vida. En este periodo, nuestro cuerpo tiene muchos cambios y necesidades diversas que cambian década por década, en especial para las mujeres.
La comida es nuestro combustible, nos da placer, es un símbolo de tradiciones, rituales y celebraciones. Cuando tenemos una salud óptima, solemos no poner atención a lo que ingerimos y evitamos cuestionarnos cómo pueden los alimentos ayudar a mejorar nuestra vida.
Para llegar a la vejez, nuestros hábitos pesan más que la genética, el medio ambiente y la medicina. La nutrición y el ejercicio encabezan la lista de factores que influyen sobre la calidad de vida: las personas que cuidan estos dos temas tienen una existencia más larga, saludable, con menos riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer, diabetes o cardiopatías.
Divide la vida
La edad adulta se compone de las siguientes etapas:
1. Adulta temprana. Inicia desde los 20 años y se extiende hasta casi los 40. Se desarrolla la densidad de los huesos y es la etapa reproductiva de la mujer.
2. Adulta madura. Entre los 40 y 50 años. La composición corporal cambia: se gana más grasa y se pierde masa muscular, además se presentan cambios hormonales.
3. Vejez. Desde los 60 años en adelante. La buena alimentación y el ejercicio que tengamos en años previos definirán una gran calidad de vida en esta etapa.
Las recomendaciones varían de década en década. Encuentra la tuya y mejora tu vida.
En los 20
En esta etapa debemos fijar hábitos saludables. Evita consumir alimentos procesados pobres en nutrimentos y con muchas calorías para no acumular grasa en el cuerpo que será difícil eliminar posteriormente. Cuida tu consumo de alcohol: en esta etapa influye para el estado de salud de órganos vitales como hígado y riñones. Es importante consumir buenas fuentes de calcio: las mujeres tienen hasta los 35 años para alcanzar su masa ósea máxima.
Durante los 30
Las mujeres en la tercera década de su vida deben comer buenas fuentes de antioxidantes, como verduras y frutas, para prevenir el envejecimiento celular. Aunque en esta etapa sigues siendo fértil, empieza a disminuir la producción de óvulos como consecuencia natural de un déficit hormonal. Comer cebolla, lechuga, manzana, espinacas y diversos tés con fitoestrógenos te ayudarán a bajar el riesgo de padecer cáncer de mama. El ejercicio es vital, inclúyelo como hábito.
Para los 40
Si tomaste anticonceptivos durante tu juventud, puedes presentar deficiencias de vitamina B y caer en depresión. Incluye en tu alimentación: carnes, pescados, aves, leguminosas, aguacate, plátano y oleaginosas, ricos en vitamina B6. Continúa el consumo de calcio para prevenir pérdidas de masa ósea y osteoporosis. Para controlar los cambios hormonales, come fitoestrógenos presentes en linaza, cereales integrales, verduras de hoja verde y frijoles de soya.
Y en los 60
La clave de la alimentación en esta etapa de la vida son los líquidos, pues la mujer está más propensa a sufrir deshidrataciones y pueden ser peligrosas. Mantén una dieta equilibrada y asegura el consumo de Omega 3 a través de fuentes naturales como la linaza o los pescados de agua fría, como el salmón. Una dieta rica en antioxidantes y baja en grasas saturadas es la clave para manejar saludablemente tu vida en las etapas de adulto mayor. ¡Tú puedes!
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