Las espinacas son buenísimas. Pero antes de disfrutarlas, es importante aprender cómo lavarlas y desinfectarlas correctamente. Hoy te decimos cómo hacerlo, ¡sigue el consejo experto! Te puede interesar: Mitos y realidades sobre las algas
¿Por qué es importante lavar y desinfectar las espinacas?
Es bien sabido que por salud e higiene, todo alimento antes de ser consumido o cocinado debe de ser lavado y desinfectado, ya que gracias a esto podemos prevenir enfermedades como la salmonella, estafilococos o E.coli. Estas son el resultado de una intoxicación alimentaria provocada por cientos de bacterias, virus y otros microorganismos que se encuentran en los alimentos que comemos a diario. Esto sin mencionar todos los residuos tóxicos y productos químicos a los que son expuestos y que pueden ser nocivos para la salud. Te interesa: ¿Qué frutas y verduras sí van en el refrigerador? Aunque no lo creas, evitar este tipo de infecciones o cualquier otra enfermedad provocada por los alimentos es posible, y la forma más adecuada de hacerlo es lavando y desinfectando correctamente lo que te llevas a la boca. Pero muchas veces desconocemos cómo es que se debe realizar este acto, en especial en verduras tan delicadas como las espinacas. Lavar y desinfectar espinacas es una tarea muy sencilla, pero de mucho cuidado, ya que muchas veces se llega a abusar del desinfectante y esto provoca la decoloración de nuestras verduras.
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Pasos para lavar las espinacas
- Quítale el tallo a las hojas: Los tallos de las espinacas muchas veces son muy fibrosos y llega a provocar una especie de calambres en los dientes, sensación que nadie le gusta y una de las principales razones por las que evita comerse esta verdura. Evita esta desagradable sensación quitando el tallo, incluso sin este se te facilitará más el lavarlas.
- Enjuaga las espinacas: Este es un acto que se debe realizar siempre, lava una por una de las hojas en un chorro pequeño de agua a manera de quitarles la mayor tierra que puedas; no tiene que ser necesariamente toda.
- Colócalas en un recipiente: Toma un recipiente donde las espinacas quepan bien, llénalo con suficiente agua para que puedan flotar las espinacas.
- Desinfectante: agrega un poco de cloro o desinfectante, con un aproximado de tres gotas será suficiente.
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Sigue esta técnica desinfectar
- Revuelve: Con tus manos o una palita mezcla bien el desinfectante con el agua y cloro y déjalas reposar aproximadamente por 5 minutos, esto hará que la tierra que aún les quedaba se caiga por completo.
- Retiralas: Cuidadosamente, tratando de no remover el agua, saca las espinacas procurando escurrirlas y así no volverás a levantar la tierra que se les cayó y ahora se encuentra en el fondo del recipiente.
- Ojo: si las mueves mucho provocarás que la tierra nuevamente se levante y se pegue a las hojas.
- Listas: una vez limpias y escurridas ahora sí están listas para utilizarse como más lo desees.
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