Los scones fácilmente pueden convertirse en la obsesión de quien los pruebe, así que si has decidido prepararlos en casa para sorprender a tu familia o invitados, toma en cuenta estas recomendaciones para que logres prepararlos nivel experto.
¿Qué son los scones?
Los scones son pequeños panecillos de origen escocés que se han convertido en un ícono de la cultura culinaria británica.
La historia coincide en que los primeros scones se originaron en Escocia, tomando su nombre de la Piedra del Destino (o Scone), el lugar donde una vez fueron coronados los reyes escoceses. Las formas de los scones son tan diversas como sus combinaciones de sabores e inclusiones, desde los dulces hasta los salados.
Este tipo de pan se elabora con harina de cebada o avena con levadura que se enrolla en forma redonda y se corta en cuartos antes de hornear, tradicionalmente en una plancha. Los primeros scones se hornearon en cacerolas de hierro fundido colgadas en los fuegos de las cocinas de las zonas rurales de Inglaterra y Gales.
Con la llegada del comercio oriental, los scones se convirtieron en una parte integral del ritual de tomar té, con el que todavía se sirven a diario, calientes y untados con mantequilla, en toda Gran Bretaña y muchas regiones de su antiguo imperio.
Tips para preparar scones como los profesionales
Hay tres puntos indispensables para hornear correctamente los scones, estos son:
- Mantequilla fría o congelada: Para un mejor aumento, utiliza preferentemente mantequilla fría o incluso mantequilla congelada. Te recomendamos rallarla primero con el lado fino de un rallador de queso. Cuanto más fría, mejor. También te recomendamos un tazón frío y un cortador de masa.
- Harina de repostería: Esta creará un scone notablemente más ligero. Sin embargo, la harina con levadura funciona igual de bien y crea un bollo de mayor crecimiento que mantiene bien su forma. No agregues demasiada harina a la superficie cuando extiendas la masa.
- Mezcla la mantequilla con la harina: si no comienzas mezclando la harina y la mantequilla, es posible que sus scones no se formen correctamente. Sin embargo, hay otra cosa a tener en cuenta: la mantequilla debe permanecer sólida mientras se hacen los bollos. Si la mantequilla se derrite por completo, se parecerá más a un pan que a un scone.