¿Te ha pasado que, un día cualquiera, tus suculentas se ven muy bonitas, pero al día siguiente, una se empieza a podrir? Esto es más común de lo que imaginas en este tipo de plantas. Hoy te explicamos por qué se pudren las suculentas y cómo puedes evitarlo.
No te pierdas: Estas son las razones por las que se secan las hojas de tus plantas
¿Por qué se pudren las suculentas? Conoce las principales causas
El motivo principal por las que las suculentas se pudren es porque las riegas con más agua de la que necesita o, por otro lado, cuentan con un riesgo insuficiente.
En resumen, las suculentas, en cuanto al riego, no necesitan mucho ni poco, lo que hace un poco caprichoso su cuidado.
Te puede interesar: Estas son las suculentas de interior y cómo debes cuidarlas
¿Qué puedo hacer?
Pero no por eso tenemos que rompernos la cabeza: en realidad, la gran mayoría de las suculentas necesita su riego tan solo una vez por semana, y lo que siempre debes cuidar es que, cada vez que las riegues, evita ahogar la maceta; es decir, que la tierra se encharque.
Esto debes cuidarlo especialmente con las suculentas que están en el interior de tu hogar, pues al no recibir luz del sol, es más probable que la humedad se contenga en las raíces.
Por otro lado, para las suculentas de exterior es importante vigilarlas, pues con los cambios de temperatura es posible que necesiten un riego más o menos constante:
En este caso, procura darles una revisada rápida diariamente y revisar la humedad de la tierra con un palito de madera.
Descubre: Así puedes cambiar el color de tus suculentas
¿CÓMO SALVAR UNA SUCULENTA PODRIDA?
Si tu suculenta se volvió café, amarillenta y sin vida, aún tienes la oportunidad de salvarla. Sigue estos pasos:
Necesitas:
- 1 cúter o tijeras
- Alcohol
- 1 macetas de barro
- Carbón vegetal
- Tierra nueva o sustrato para suculenta
Procedimiento:
- En primer lugar, desinfecta la herramienta que vayas a utilizar.
- Luego, toma tu suculenta y localiza las zonas dañadas y córtalas con cuidado.
- Con mucho cuidado, retira las hojas o tallos de suculentas que estén flojas y de colores enfermos, hasta que solo queden las partes verdes o sanas.
- Ya podada, revisa el tallo principal: si está de color marrón, significa que también está podrido. Córtalo hasta la parte donde empieza a estar de nuevo verde.
- Antes de plantarla, coloca un poco de carbón en la maceta y luego agrega tierra nueva. El carbón ayudará a oxigenar las raíces y absorber el exceso de humedad.
- Finalmente, coloca la tierra y siembra nuevamente la suculenta. No la riegues por una o dos semanas para que pueda regenerar sus raíces.
Porque te gustó esta información, disfruta del menú más saludable con las mejores recetas, deliciosas y muy nutritivas, sólo en Cocina Fácil, tu mejor opción para disfrutar de los más ricos sabores de la temporada
Y suscríbete a tus revistas favoritas en TUSUSCRIPCION.COM