1. Guarda tus alimentos en lugares frescos y secos
Evita dejar la comida cerca de ventanas, estufas o donde reciba luz directa del sol. Busca lugares frescos y secos para almacenar ingredientes como cebolla, ajo, papas o pan. Si tienes alacena, revisa que no se caliente demasiado durante el día.
2. Usa envases herméticos o bolsas con cierre
Guardar la comida en recipientes bien cerrados no solo la protege del calor, también evita que entren bacterias, humedad o insectos. Si tienes bolsas tipo zip o envases de vidrio con tapa, ¡úsalos! Son tus mejores aliados para conservar alimentos cocidos o sobrantes.
3. No dejes comida cocida fuera por más de 2 horas
Una de las causas más comunes de intoxicación en verano es dejar los guisos o caldos enfriando por horas. En época de calor, lo ideal es dejar que se enfríen solo unos minutos y refrigerarlos lo antes posible. Entre más tiempo pasen a temperatura ambiente, más rápido se descomponen.
4. Congela porciones si no vas a usarlas pronto
Si cocinaste de más, congela lo que no vayas a comer en los próximos 2 días. Congelar ayuda a conservar la frescura y sabor, y puedes descongelar porciones individuales cuando lo necesites. Ideal para guisos, arroz, salsas y proteínas cocidas.
5. Separa lo caliente de lo frío
No metas comida caliente al refrigerador, porque eleva la temperatura interna y afecta a todo lo demás. Espera a que los alimentos estén a temperatura ambiente (pero no más de 2 horas), y luego refrigéralos.
6. Cuida la comida en salidas al aire libre
Si vas de picnic o haces una carne asada, lleva hieleras con bloques de hielo o bolsas térmicas. Nunca dejes mayonesa, carne, lácteos o ensaladas al sol. Recuerda que la comida puede echarse a perder en menos de una hora si está expuesta al calor directo.
Tips extra para conservar alimentos:
- Hierbas frescas: envuélvelas en servilletas húmedas y guárdalas en una bolsa dentro del refri.
- Frutas maduras: colócalas en el refrigerador para alargar su frescura.
- Verduras en bolsa: hazles pequeños agujeros para que respiren sin humedecerse demasiado.